¿Cómo saber si una persona está jugando con tus sentimientos?
Cómo tratar con un hombre que juega
Ejemplo: quiere una pareja que comparta las tareas domésticas a partes iguales con ella. Pero mientras ella limpia el lavavajillas, él se sienta en el sofá a jugar con su simulador de vuelo. “¡Otra vez!”, piensa. Claro, a menudo hace el jardín el fin de semana, va de compras y saca la basura. Pero, día tras día, siente que es la única responsable de la casa. Entonces descubre sus zapatos tirados descuidadamente en un rincón. Ahora está harta: “¡Tengo que hacerlo todo!”, grita. “Me dejas hacer todo el trabajo sucio solo mientras te entretienes con estupideces infantiles”.
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Ejemplo: “¿Qué otra cosa puedo hacer?” “Yo me someto al mega estrés del trabajo para poder pagar la casa, mientras tú te autocumples con tu medicina curativa a tiempo parcial” “Si hasta mi mujer no me permite relajarme un poco…”
Ejemplo: “Ayer no acostaste a los niños, aunque habíamos hablado de que nos turnaríamos. Llevarlos a la cama me quita el tiempo en el que quiero relajarme un poco. Me frustra y me molesta”.
Si un hombre te desea, te lo hace saber
Cuanto antes te des cuenta de esta sencilla pauta, antes lograrás el equilibrio personal y la confianza en ti mismo y evitarás así buscar “recambios de seguridad” de otros que no pueden querer (ni siquiera deben) proporcionártelos.
O que te diga que necesita extraños rituales preparatorios o postoperatorios, que tiene hábitos sexuales imaginativos y extraños, y que no encuentra nada malo en mantener relaciones con otras mujeres online y offline.
BIEN. Entonces digamos que te has topado con uno de los muchos seres que necesitan jugar con los sentimientos de los demás para vivir y sentirse vivos. Sobre todo con las de las mujeres, ya que muchos hombres están convencidos de que las mujeres existen como pluses para sus vidas, apéndices y beneficios para los hombres, funcionales a la vida del varón, no para vivir la suya propia.
Comportamiento de un hombre desinteresado
Como informa Erin Brodwin en un artículo de Business Insider, Gottman y sus colaboradores encontraron cuatro factores, conocidos como los cuatro jinetes, que pueden ser un síntoma de una separación asegurada: el desprecio, la crítica, estar a la defensiva y la evasión.
Lo mismo ocurre con los insultos, las imitaciones desagradables (cuando dices burlándote) y cuando, por ejemplo durante una discusión, entrecierras los ojos. Aquí está la prueba de que las cosas no van del todo bien.
En un estudio, se preguntó a los encuestados comprometidos sobre: su mejor alternativa posible a la relación que mantenían actualmente, la mejor alternativa que podían imaginar y la facilidad con la que creían que podrían encontrar a alguien que sustituyera a su pareja actual.
Una investigación fascinante sugiere que los lazos materiales (piense en una cuenta bancaria conjunta o un contrato de alquiler compartido) hacen menos probable que una pareja no casada se separe.
Cuando un hombre comienza a enamorarse
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS LAETITIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS OBISPOS A LOS SACERDOTES Y DIÁCONOS A LAS PERSONAS CONSAGRADAS A LOS ESPOSOS CRISTIANOS Y A TODOS LOS FIELES LAICOS SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA
[3] Discurso de clausura de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (24 de octubre de 2015): L’Osservatore Romano,26-27 de octubre de 2015, p. 13; cf. Comisión Bíblica Pontificia, Fe y cultura a la luz de la Biblia. Actas de la Sesión Plenaria de 1979 de la Pontificia Comisión Bíblica, Turín 1981; Conc. Ecum. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 44; Juan Pablo II, Lett. enc. Redemptoris missio (7 de diciembre de 1990), 52: AAS 83 (1991), 300; Exhort. Evangelii gaudium (24 de noviembre de 2013), 69.117: AAS 105 (2013), 1049.1068-1069.
[181] Cf. Ecum. Vat. II, Const. Pasado. Gaudium et spes, 51: “Todos sabemos que la vida humana y la tarea de transmitirla no se limitan a los horizontes de este mundo y no encuentran allí ni su plena dimensión ni su pleno sentido, sino que conciernen al destino eterno de la humanidad”.