¿Cómo olvidar el odio y el rencor?

Psicología del rencor

Los estudios neurocientíficos han demostrado que el proceso del perdón implica a regiones cerebrales relacionadas con la empatía, la atención, la memoria y la cognición social, y que experimentar las mencionadas emociones negativas durante mucho tiempo aumenta la incidencia de los trastornos cardiovasculares.  Teniendo en cuenta los beneficios que aporta el arte de perdonar, tal vez merezca la pena plantearse la pregunta: “¿Cómo se perdona?”, entendiendo que para hacerlo hay que estar todavía convencido de querer hacerlo.

No le guardes rencor a nadie

La separación enfrenta inevitablemente al individuo con el espectro de la soledad, el vacío y el dolor. Supone tener que volver a empezar, cuestionarse de nuevo y perder los puntos de referencia.

Y para evitar esta condición, las parejas a menudo deciden seguir igual, aunque no sean nada felices. O siguen juntos odiándose, o se separan y vuelven sobre sus pasos una y mil veces. Seguir repitiendo una relación que ahora tiene poco que aportar a ambos.

A veces las historias comienzan por miedo a la soledad, porque al ser psicológicamente inmaduros buscamos el cuidado y la atención del otro. O para devolver viejas reivindicaciones no cobradas, como sentirse amado, comprendido, sentirse valioso a través del otro. La pareja se convierte entonces en una especie de “muleta” sin la cual sentimos que no podemos mantenernos. Y esto lleva a veces a aceptar incluso lo inaceptable, para alejar la soledad y tener que aceptarnos a toda costa.

Sensación de rencor

Soy un miserable perdedor. Tomo nota. Mi vida no vale nada. Tomo nota de ello. Pero reconocerlo no me ayuda en nada. ¿Por qué sigo enfadado, preocupado, sin dormir por la noche por algo que no vale nada? ¿Por qué no puedo quedarme en un sitio y esperar a que todo termine?

Ni siquiera entendiéndolo se podría llegar a una solución. En cambio, podría hacerlo a través de una forma de psicoterapia activa y centrada, aunque sea breve, pero que le proporcione herramientas prácticas para aclarar las cosas.

Resentimiento de la pareja

Son pensamientos inconfesables, pequeños gestos cotidianos, la mirada torva de la envidia, que se coagulan para formar un cuerpo oscuro y pesado que presiona el corazón hasta enfermarlo, que quita ligereza al aliento y altera la voz que se vuelve oscura y arrogante.

Pero mantenerlos encerrados, aniquilar su existencia, privarlos de la palabra no les ha impedido nutrirse, crecer, al contrario, el aislamiento los ha hecho fuertes y listos para imponerse en cuanto se abra una apertura que les permita emerger, poderosos y agresivos.