¿Cuáles son las etapas del desarrollo del autoconcepto?

Camino de la autoconstrucción del yo entre las dinámicas sociales

En la fase fálica, la energía libidinal se desplaza de la región anal a la región genital, que se convierte en la zona erógena destinada a la gratificación de las pulsiones. El niño comienza a explorar sus zonas genitales, descubriendo el placer resultante y el dimorfismo sexual; ambos sexos muestran un comportamiento fuertemente exhibicionista durante este periodo. Durante esta fase tiene lugar el desarrollo del superego.

Caso masculino – el complejo de Edipo: el interés del niño en esta fase se dirige hacia el progenitor del sexo opuesto; el varón se enamora de la madre y percibe al padre -con el que compite- como un obstáculo que se interpone en esta relación (relación triádica). En esta etapa, el niño experimenta fuertes sentimientos de culpa por su excitación sexual hacia la madre, y habiendo detectado en la hembra la ausencia del pene, teme que su castigo pueda consistir en la castración por parte del padre. En un intento de evitar la ira del padre y, al mismo tiempo, aliviar su propia frustración, el niño intenta despertar el amor materno imitando al padre, adoptando sus creencias e ideales, y entonces entra en la fase de latencia.

Autoconocimiento psicológico

En común con el psicoanálisis de Freud, Erikson adopta las cinco primeras fases de su teoría: oral, anal, fálica, de latencia y genital. Las fases posteriores (sexta a octava) no son más que una evolución de la fase genital.

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El segundo y tercer año de vida ven crecer al niño entre la necesidad de ser autónomo, experimentando los primeros fracasos que alimentarán el sentimiento de vergüenza y la duda de no poder completar los retos que el desarrollo motor le proporciona.

En esta etapa (4-5 años), el niño tiene que superar el dilema entre la necesidad de cubrirse y explorar y el sentimiento de culpa debido a esta exuberancia. En otras palabras, el niño en este periodo trata de experimentar y descubrir, quizás incluso rompiendo los juguetes para ver cómo están hechos. Su exuberancia alimenta un cierto conflicto con sus padres y con los adultos en general, que presionan para contener el comportamiento a veces algo agresivo del niño.

Diferencias de personalidad e identidad

En el plano metapsicológico, Kohut intenta integrar el modelo estructural de las pulsiones con el modelo de las relaciones de objeto: por eso Mitchell y Greenberg llaman a su metapsicología “estrategia de modelos mixtos”.

En efecto, asume la metapsicología del yo como referencia teórica para el desarrollo y la psicopatología del narcisismo, mientras que la metapsicología psicoanalítica sigue siendo la referencia teórica para la psicología y la psicopatología de las relaciones de objeto, la neurosis transferencial y los conflictos intrapsíquicos.

En esta perspectiva, el analista debe saturar cualquier deficiencia de desarrollo haciéndose pasar por el objeto del Yo que falta para satisfacer las necesidades narcisistas fundamentales que se reactivan en la relación transferencial. Esta posición desafía el supuesto de la teoría psicoanalítica clásica según el cual el analista no tiene que satisfacer las necesidades pulsionales del paciente.

Sin embargo, de hecho, estos modelos no son en absoluto complementarios: las pulsiones sexuales y agresivas se consideran una consecuencia de la frustración de las necesidades narcisistas sanas del niño; pero ¿cómo puede ser complementaria una teoría que ve las configuraciones relacionales como primarias y las pulsiones como sus derivadas con una teoría que ve las pulsiones como la base de las configuraciones relacionales?

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¿Cuáles son las etapas del desarrollo del autoconcepto? 2022

El psicoanalista, especializado en investigación infantil, Daniel Stern ha proporcionado una descripción precisa de los procesos de desarrollo de la autoexperiencia y la autoafirmación en los dos primeros años de vida del niño.

Sobre míMi nombre es Alexandra Benvenuti, soy licenciada en Medicina y especializada en Psicoterapia. En mi profesión me ocupo del diagnóstico y tratamiento del malestar psicológico en adultos y adolescentes, de la psicoterapia individual, de pareja, familiar y de grupo y, cuando es necesario, del apoyo farmacológico.

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