¿Qué es un problema y un ejemplo?

Etimología del problema

El problema en sentido filosófico se plantea siempre que no hay una respuesta concluyente a una cuestión teórica o práctica de carácter universal (de universorum: en el sentido de que afecta a todos los hombres).

Kant, por ejemplo, subrayó el carácter problemático y aporético de la metafísica, pero no por ello renunció a considerarla filosóficamente buscando una solución que le diera sentido y significado en la moral.

La corriente filosófica del problematismo, que no debe confundirse con el escepticismo o el nihilismo, afirma precisamente que la riqueza de la filosofía consiste en plantear críticamente problemas, preguntas, absteniéndose de intentar dar respuestas concluyentes.

Problema de matemáticas

El problema en sentido filosófico se plantea siempre que no hay una respuesta concluyente a una cuestión teórica o práctica de carácter universal (de universorum: en el sentido de que afecta a todos los hombres).

Kant, por ejemplo, subrayó el carácter problemático y aporético de la metafísica, pero no por ello renunció a considerarla filosóficamente buscando una solución que le diera sentido y significado en la moral.

La corriente filosófica del problematismo, que no debe confundirse con el escepticismo o el nihilismo, afirma precisamente que la riqueza de la filosofía consiste en plantear críticamente problemas, preguntas, absteniéndose de intentar dar respuestas concluyentes.

Definición del problema

2. En segundo lugar, tenemos que dividir los cambios o acontecimientos en categorías según la influencia que hayamos tenido en ellos. Podemos clasificarlos como internos o externos, controlados o incontrolados y similares.

Ejemplo: En este ejemplo del día con ventas extraordinarias, empezamos a marcar eventos como “El representante de ventas hizo una nueva presentación sobre el impacto social” (interno) o “Último día del trimestre” (externo) o “Primer día de la primavera” (externo).

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Problema de sinónimos

Un problema es, sin duda, algo acuciante. Es algo que nos involucra mucho, nos toca, nos preocupa, porque es una situación en la que estamos atrapados entre un evento a resolver y nuestra historia y experiencia previas.

Es una situación que debemos superar, para continuar nuestra existencia de forma serena, que nos lleva a realizar ciertas acciones, ciertos movimientos que nos ayudarán y que seguramente serán útiles en el futuro (¡para evitar, quizás, encontrarnos con el mismo problema!).

Ahora bien, está claro que hay una carga emocional muy fuerte inherente a estas descripciones de la palabra “problema”, pero no una carga completamente negativa: se trata más bien de un impulso estimulante hacia algo que puede lograrse, con calma y quizá con esfuerzo, pero que sin duda nos llevará a una resolución positiva, o al menos a la satisfacción.

Para superar un problema no suele haber una única solución predefinida, se puede trabajar con diferentes estrategias, quizás algunas más efectivas, otras más lentas y laboriosas, pero que de alguna manera pueden llevarnos a la resolución de la situación problemática inicial.

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