¿Cómo se dice el dicho de la duda?

Frases para

La famosa expresión “duda hamletica” proviene de la tragedia Hamlet de William Shakespeare, en su título original en inglés The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark (1600-1602).

A lo largo del soliloquio, el protagonista se debate sin saber elegir entre “actuar” y “no actuar” y presenta dos posturas filosóficas opuestas: por un lado, la actitud estoica que le obliga a soportar todos los males y desgracias que ocurren en el curso de la existencia, y por otro, la muerte, que pondría fin a todo su sufrimiento.

El monólogo de Hamlet es interrumpido por Ofelia que está recitando oraciones. Hamlet se dirige entonces a ella como una ninfa, como era costumbre en las cortes del Renacimiento, e implora a la gentil Ofelia que rece por él.

Frases antiguas

El afán por comprender las cosas fue para mí un hábito y una práctica desde mi temprana juventud, por un instinto, una disposición dada por Dios y puesta en mi naturaleza, no por elección o artificio de mi parte. La consecuencia fue que, al acercarme a la adolescencia, se soltaron los lazos de la sujeción ciega a las ideas de los demás y se hicieron añicos mis creencias heredadas, al haber constatado que los niños cristianos sólo podían crecer en el cristianismo, los niños judíos en el judaísmo, los niños musulmanes en el islam, y al haber oído la tradición que se refiere al Mensajero de Dios: “Todo hombre nace en la religión natural; son sus padres los que lo hacen judío, cristiano, mazdeísta.

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Cuando tales pensamientos venían a mi mente y penetraban en mi alma, buscaba un remedio para ese estado, pero no era fácil, pues sólo se eliminaba utilizando argumentos, y no era posible establecer un argumento sino partiendo de la estructura de los conocimientos primarios, y si éstos no se aceptaban, no era posible dar orden al argumento.

La duda es el principio del conocimiento

Cené con el camarero del que te hablé. Es un estudiante de teología, habla de forma sencilla, comprensible y convincente, parece tener todas las respuestas, aunque dice que tengo que buscarlas yo mismo.

Este médico tiene muchas relaciones evidentes con sus pacientes. Es una persona poco ética, y Katerina tiene una cita sospechosa esta noche, y además anoche no me dijo que era él quien la había llamado al móvil. Las palabras de Brad esta noche también insinuaban algo turbio.

No te disculpes. Si puedo ayudar en algo, lo haré con mucho gusto. Sin embargo, me gustaría decirte una última cosa: cuidado con ese Brad, todos solemos volvernos vulnerables cuando nos asalta la sospecha y la duda.

Adam se dirige a George mientras caminan y empieza a hablarle de los beneficios de la gimnasia y de lo importante que es para subir la moral; tiene un beneficio inmediato en él, y entonces ocurre algo importante, algo necesario. El ingeniero comienza a llorar. Lentamente, en silencio, la tensión se derrite y las lágrimas calientes caen sobre ese rostro maltratado por los pensamientos y las dudas.

El beneficio de la duda

En el primer borrador, Wodehouse introdujo y organizó los elementos esenciales de la historia: la trama, los personajes y sus movimientos; las montañas que escalaban y los acantilados de los que caían. Pero fue la segunda etapa de la escritura, cuando revisó, limó y corrigió el texto con una autocrítica implacable y un perfeccionismo incansable, lo que convirtió sus obras en las pequeñas obras maestras lingüísticas que conocemos y amamos. Cuando escribía un libro, pegaba las hojas de papel a las paredes de su estudio con chinchetas, dejando que se movieran. Colocaba en la parte superior las páginas que consideraba que estaban en orden y en la parte inferior las que consideraba que aún tenía que trabajar. El objetivo era llevar todo el manuscrito a la altura de la barra de colgar fotos antes de entregarlo al editor.

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Lo apodé “el método de la pared” y después de leer este fragmento me puse inmediatamente a buscar más orientación. Esperaba encontrar una entrevista del propio Pelham Grenville Wodehouse (los manuales de escritura no estaban de moda en aquella época) o una biografía suya. Quizá con un poco de suerte incluso una foto en blanco y negro de su estudio lleno de papeles pegada en la pared.

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