¿Cómo empezar a conocerse a sí mismo?

Conocerse a sí mismo en inglés

¿Te has preguntado alguna vez por qué, aunque tu vida está llena, a menudo sigues sintiéndote insatisfecho como si te faltara algo? Probablemente deberías pararte un momento a pensar en ti mismo (que, seamos sinceros, estás postergando constantemente) y ver si vas en la dirección correcta.

Sin embargo, ésta es precisamente una de las cuestiones esenciales para conocerse a sí mismo de forma profunda y verdadera. Pregúntate hacia dónde puedes ir, qué te impide realizarte como quisieras y qué, como suele ocurrir, te frena en tus relaciones con los demás.

Todos tenemos un lugar en el que nos sentimos protegidos y seguros, un lugar suspendido en el tiempo y el espacio en el que sabemos que podemos refugiarnos cuando algo va mal o nos atenaza una duda, una preocupación, un problema que parece insuperable.

Luchamos constantemente con la búsqueda de nosotros mismos, como adolescentes pero también como adultos, cuando llegamos a un punto de nuestra vida en el que sentimos la necesidad de cuestionarnos, de entender si hemos tomado las decisiones correctas o qué debemos afrontar para realizarnos y cambiar a mejor.

Frases para conocerse a sí mismo

Básicamente, nunca sabrás realmente quién eres si no dialogas con los demás. El diálogo e incluso el conflicto son elementos esenciales para el crecimiento personal. Las conexiones con socios, amigos y colegas sacan a relucir lados del carácter que de otro modo permanecerían ocultos y sumergidos.

Hay pruebas, como la de conocerse a sí mismo, que uno no siempre supera solo. A veces uno carece de la motivación, el coraje o simplemente la disciplina para tener éxito con sus propias fuerzas. Ahí es donde la ayuda de una figura como un psicólogo o un coach mental es realmente útil. Estos recursos ciertamente no te dicen quién eres.

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El arte de conocerse a sí mismo pdf

Siempre intentamos conseguir el siguiente resultado y el siguiente objetivo, y no nos tomamos el tiempo de pensar en cómo conseguimos (o fracasamos) el último. Ni siquiera se nos ocurre analizar qué podríamos hacer mejor la próxima vez. A menudo nos pasamos la vida haciendo las mismas cosas, tomando las mismas decisiones, siguiendo los mismos caminos, y nos preguntamos por qué el resultado no es diferente cada vez. ¿Por qué? Porque no practicamos la autorreflexión de manera significativa.

Analizarse a sí mismo

Tus reacciones instintivas, racionales, lógicas, totalmente emocionales… sirven con el tiempo para dibujar tu carácter. En el diario, también puedes comprobar la evolución de tu progreso, cuánto estás avanzando con tus planes y objetivos.

No digo que haya que tomar medidas inmediatas (aunque sería mejor quitarse el retraso de encima), pero por regla general, los cambios no son fáciles, ni se producen de repente. Se componen de pequeños pasos que se van juntando uno tras otro y finalmente se cruza un puente hacia el otro lado.

Si deseas perder kilos, significa que te imaginas delgado, pero en concreto, ¿qué tipo de objetivos conlleva este deseo? ¿Son definitivos, intermedios? ¿Son factibles? ¿Corresponden realmente a los deseos? Piénsalo: puedes ser tan deseoso como vago.

Así que, para dar en la diana, tu objetivo de mejora debe partir de algo definido, identificado, claro. De lo contrario, no deja de ser más que un propósito, que no podrás poner en práctica porque no tienes la suficiente claridad de hacia dónde quieres ir.

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