¿Cuáles son las 4 A de la autoestima?

Los seis pilares de la autoestima, de Nathaniel Branden

Conocer cómo se desarrolla la autoestima de los niños nos permite entender qué cosas debemos evitar para hundirla. ¿Pero sabes qué influye en ello? ¿Sabes cuáles son los factores determinantes que permiten su sano desarrollo?

Por supuesto, las diferentes experiencias de la vida también influyen: la imagen de uno mismo se construye experimentando éxitos y procesando fracasos, hasta el punto de crear nuevas perspectivas.  LA AUTOESTIMA DE LOS NIÑOS

Las intervenciones que hay que poner en marcha para el niño deben ser tranquilizadoras y de apoyo, para que pueda superar los sentimientos de inadecuación y frustración y adquirir una mayor confianza en sí mismo.

¿Cómo aumentar la autoestima? Los seis pilares de

Todos pasamos por altibajos, periodos en los que nuestra autoestima cae en picado hasta el fondo de los talones: una decepción laboral, una relación amorosa que se acaba, una amistad traicionada, la sensación de no poder alcanzar nuestros objetivos vitales o no tener suficiente suerte.

La autoestima se forma con las experiencias exitosas, con los pequeños grandes retos superados, con la palmadita en la espalda de tu amigo que te dice que lo has hecho bien. El nivel de autoestima tiene mucho que ver con la relación que el niño tiene con sus padres, con el apoyo que recibe de ellos y no con los juicios y reproches.

Enumera en una hoja de papel lo que has conseguido en la vida y que tiene valor para ti. Por ejemplo: su carrera laboral, su carrera como estudiante, sus logros personales y familiares, ser padre o madre, hacer voluntariado, un doctorado et cet. Todo lo que has conseguido que tenga valor para ti.

Enumera un poco tus miedos, esas pequeñas y grandes timideces que te impiden hacer algo, como comer solo en un restaurante, hablar con desconocidos, tomar la iniciativa en el trabajo, abrirte y confiar. Los ejemplos son muchos.

Los fundamentos de la autoestima – 1er encuentro

Son interdependientes y derivan del “alimento afectivo” recibido. Los estudios sobre la autoestima realizados por Greenwald y Farnam, 2000-Dentale y Gennaro 2003, muestran que pueden coexistir dos formas diferentes de autoestima:

Vivir con conciencia significa aprender a reconocer y reapropiarse del propio mundo de necesidades y deseos. Sobre esta base se estructura el comportamiento humano. Por otro lado, las distorsiones, las negaciones, las proyecciones y la culpabilización de las motivaciones, los deseos, encierran al individuo en un circuito alienante y rígido en el que la energía se vuelve negativamente contra sí mismo, generando trastornos psicosomáticos y problemas psíquicos o existenciales.

– Personas superresponsables: asumen obligaciones, gestionan todo y se preocupan por todo, renunciando a menudo a cuidarse y a ser responsables de sí mismos (Mangini, ’87);

En el desarrollo de la autoestima, la retroalimentación intrapsíquica e interpersonal desempeñan un papel considerable, la primera se basa en las evaluaciones personales que resultan de la interacción directa del individuo con su entorno (retroalimentación interna), la segunda se basa en la percepción y asimilación de la evaluación que otras personas hacen de uno mismo (retroalimentación externa).

Autoestima: los 4 pilares para desarrollar la confianza en uno mismo

En un experimento realizado en 1970, dos investigadores* pidieron a jóvenes que buscaban empleo que realizaran una prueba que incluía preguntas diseñadas para evaluar la autoestima de los candidatos. En la sala había otras personas, cómplices de los investigadores, que los candidatos creían que eran competidores. Cuando el competidor era guapo y competente, las respuestas del candidato indicaban una baja autoestima. En cambio, los sujetos flanqueados por competidores de aspecto desaliñado y desordenado mostraron una mayor confianza en sí mismos.

Hay personas que tienen una buena confianza en sí mismas, por ejemplo, con respecto a su aspecto físico, pero no con respecto a su competencia en el ámbito intelectual, o viceversa. Personas que se sienten seguras de sí mismas en el trabajo y carecen absolutamente de confianza en sí mismas con respecto a las relaciones sociales o amorosas.