¿Qué es estar Somatizado?

Vejiga de ansiedad por somatización

La somatización se refiere a un proceso psicofísico particular que lleva a una persona a manifestar dolor en una parte orgánicamente sana de su cuerpo como respuesta inconsciente a una alteración de su equilibrio psicológico.

En este caso, los estados de ánimo alterados, los pensamientos desconectados o los comportamientos obsesivos (por mencionar algunos ejemplos) dan paso a dolores que pueden ser de diversa índole: cefaleas tensas o dolores en las extremidades u otras zonas del cuerpo, disnea y fatiga, o incluso disfunciones del sistema gastrointestinal (náuseas, vómitos, diarrea, etc.). Ante esta situación se habla de un trastorno somatomorfo.

El hipocondríaco tiende a manifestar una preocupación excesiva por las enfermedades o las funciones corporales, acontecimientos que para una persona son inconvenientes normales sin consecuencias. Por ejemplo, un resfriado, un dolor de estómago, o incluso un simple rasguño, son para el hipocondríaco una fuente de preocupación enorme y sobrevalorada.

Ansiedad somatizada en los ojos

Por lo general, se trata de personas a las que les cuesta aceptar que el problema se identifique y se trate psicológicamente y siguen buscando a diversos profesionales que puedan hacer un diagnóstico médico, llegando a exagerar los síntomas porque viven la situación de forma dramática.

Lo ideal sería combinar el tratamiento farmacológico con el apoyo psicológico, aunque, en la mayoría de los casos, estas personas excluyen el tratamiento psicológico ya que niegan que el problema sea de esta naturaleza. Por lo tanto, el tratamiento debe consistir en tomar conciencia del problema para poder aplicar posteriormente la terapia psicológica.

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El trastorno relacionado con la somatización también se denomina trastorno somatomorfo: los pacientes que lo padecen suelen presentar pensamientos, reacciones, comportamientos y sentimientos excesivos en relación con sus síntomas.

Además, hay casos en los que los factores psicológicos pueden tener una influencia profunda y negativa en el estado y la patología del paciente. Además, los enfermos están muy preocupados por sus síntomas y tienden a vivirlos como un tormento, hasta el punto de que a menudo tienen que visitar al médico.

Ansiedad de somatización

Las molestias físicas del trastorno de somatización (es decir, los que tienden a somatizar) deben comenzar antes de los 30 años, manifestarse durante al menos unos años y no pueden explicarse totalmente por ninguna condición médica general conocida ni por los efectos directos de una sustancia. Si se producen en presencia de una afección médica general, las molestias físicas o el deterioro social y laboral resultantes son desproporcionados con respecto a lo que cabría esperar a partir de los antecedentes, la exploración física y los resultados de laboratorio.

Los pacientes que tienden a somatizar también suelen presentar sus problemas de forma dramática, vaga o exagerada, o como parte de una historia clínica larga y complicada. La ansiedad y la depresión son muy comunes y pueden ser el motivo por el que acuden a la observación psiquiátrica.

Una larga serie de problemas físicos que tienden a ser crónicos y que no responden al tratamiento médico pueden tener una base psicosomática (véase Trastornos psicosomáticos – psicosomática).

Somatización del estrés

Se trata de la tendencia a experimentar o comunicar el sufrimiento psíquico a través del cuerpo, lo que se traduce en la aparición de síntomas físicos como dolores de cabeza, trastornos gastrointestinales o dolores articulares.

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El intestino también se conoce como el “segundo cerebro”, ya que hay millones de neuronas en el tracto gastrointestinal que controlan los movimientos del músculo liso intestinal, independientemente del sistema nervioso central (SNC)

El eje intestino-cerebro (GBA) conecta el SNC y el sistema nervioso entérico (SNE) a través del nervio vago, compartiendo un complejo intercambio de información cognitiva y emocional a través de conexiones nerviosas, hormonas y neurotransmisores.

La somatización también se encuentra en los trastornos psicosomáticos, que se caracterizan por la persistencia de síntomas físicos que causan malestar y un deterioro significativo de la vida cotidiana.

Dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) se encuentra la categoría diagnóstica de “trastornos de los síntomas somáticos y trastornos relacionados”, que incluye todos aquellos trastornos en los que los síntomas somáticos son relevantes, causando un malestar y un deterioro significativo.

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