¿Cómo saber si estoy en una relación tóxica?

Frases de relaciones tóxicas

Cuando uno de los dos miembros de la pareja, el dependiente, empieza a negar excesivamente sus necesidades y su espacio necesario para no perder a su pareja, podemos hablar de dependencia emocional. A sus ojos, la pareja se convierte en la única fuente de gratificación y bienestar para él o ella y, por tanto, se antepone a sí mismo y a sus necesidades.

Este tipo de relación, aunque sea difícil de admitir y reconocer para la persona que la vive, se caracteriza por ciertos aspectos relevantes, que suelen ser muy evidentes desde el exterior. Pero, ¿cuáles son las señales de alarma a las que hay que prestar atención?

Cómo salir de una relación tóxica con un narcisista

Una relación tóxica es cualquier tipo de relación dentro de la esfera privada o profesional, en la que se establecen dinámicas perjudiciales para la salud psicofísica de una o ambas partes implicadas. El denominador común es el malestar causado por actitudes manipuladoras, pasivo-agresivas, controladoras o violentas, ya sea verbal o físicamente. Cortar este tipo de vínculo es bastante complejo, ya que a menudo el maltratador no comprende ni acepta del todo lo que está sucediendo, mientras que el maltratador lo hace incluso de forma inconsciente. Incluso cuando uno es consciente del estado de sufrimiento, es difícil salir de él porque mientras tanto se ha creado una verdadera dependencia emocional o se tiene terror a la soledad.

Acabar con las relaciones tóxicas es ciertamente difícil, pero no imposible. El camino hacia una vida más serena no es el mismo para todos, pero en principio se pueden indicar algunos pasos básicos para recuperar la libertad emocional:

Relaciones tóxicas contacto cero

En una relación sana: se consigue disculparse -y obtener la comprensión de la otra parte- cuando, por ejemplo, se cancela una cita romántica por otro compromiso laboral, o cuando simplemente se olvida sacar la basura por enésima vez.

En una relación tóxica: te encuentras con que tienes que ocultar a tu pareja acontecimientos aparentemente inofensivos, como el hecho de que has conocido a un amigo tuyo que no está en sus simpatías inmediatas. Cuando tu pareja exagera y reacciona de forma exagerada ante cosas que, de hecho, no deberían suponer un problema, empiezas a “andar con pies de plomo” y a utilizar una actitud reflexiva que -dentro de una relación- corre el riesgo de convertirse en algo insano.

Prueba de la persona tóxica

En una relación positiva debe prevalecer la cooperación, tratando de encontrar en el otro un compañero de vida con el que se pueda trabajar en equipo. Sin embargo, si vives en constante competencia, te sientes a menudo saboteado por tu pareja, que parece disfrutar de tus fracasos, o si estos sentimientos te pertenecen, probablemente estés viviendo una relación tóxica.

¿Por qué, entonces, seguir viviéndolo de la misma manera? No puedo cambiar a la otra persona, pero sí puedo cambiar la forma en que vivo la relación, la forma en que se relaciona conmigo, porque soy parte activa de la relación. Y, si lo considero necesario, también puedo decidir ponerle fin.