¿Qué cosas no se deben hacer cuando se está de luto?

Después de un duelo uno cambia

A la luz de todo esto, está claro que el período posterior a la muerte de un ser querido está lleno de todo tipo de emociones diferentes. Habrá momentos en los que uno puede llegar a congelarse por completo, experimentando un verdadero entumecimiento emocional debido a la negativa a dejarse abrumar.

Sin embargo, ¿qué hacer si nos vemos obligados a tomar decisiones importantes tras un duelo? En primer lugar, no hagas nada por impulso. Démonos al menos un par de días de reflexión, intentando meditar y sacar tiempo para sopesar todos los pros y los contras de la elección que estamos haciendo.

No nos saltemos esta etapa: seamos objetivos y preguntémonos si no estamos avanzando por el camino del autosabotaje. Entonces, hablemos de ello con amigos de confianza, aquellos que realmente son capaces de estar a nuestro lado en un momento de dolor y que sabrán aconsejarnos mejor.

La soledad después del duelo

El “duelo” consiste en el trabajo de procesar emocionalmente los significados, las experiencias y los procesos sociales asociados a la pérdida del “objeto relacional”, es decir, la persona (familiar o amigo) con la que se había desarrollado un vínculo emocional significativo, interrumpido por la muerte de esa persona.

En psicología, la palabra duelo (o microluto) se utiliza a veces también para identificar esa serie de fuertes sentimientos y estados mentales derivados de acontecimientos repentinos, que crean sufrimiento y generan un fuerte impacto psicológico y/o cambio en la vida de la persona que los sufre, como el alejamiento de los seres queridos, o la modificación forzada de estilos de vida significativos.

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Cuánto dura el duelo para una viuda

En este artículo abordaremos el tema del duelo, empezando por las etapas del mismo y terminando con algunos consejos prácticos y tipos de tratamiento para evitar que el duelo se vuelva crónico, ocupe gran parte del día y, en consecuencia, se convierta en patológico.

En consonancia con lo que se acaba de decir, el duelo, en psiquiatría, equivale, pues, al concepto de “pérdida” y al proceso que ésta desencadena, independientemente de que se trate de la muerte de una persona o de un animal, de la pérdida de un empleo, de un hogar o de una separación o divorcio.

Partiendo de la base de que cada uno de nosotros tiene su propia forma de procesar un duelo, no deja de ser una experiencia dolorosa por la que todos debemos pasar, ya que además de hacernos sentir muy mal por quienes nos dejan, nos lleva a experimentar un sentimiento de pérdida que inevitablemente nos obliga a reestructurar nuestra vida en función de este nuevo acontecimiento. Esta transición nos permite construir un nuevo equilibrio dentro de un sistema de referencia afectivo que desgraciadamente ha cambiado.

Cómo aceptar la muerte de un ser querido

Negación o rechazo: la muerte, antes o después de producirse, se rechaza, no se acepta. La mente, de este modo, intenta protegerse de la ansiedad excesiva y tomarse un tiempo para organizarse, tanto práctica como emocionalmente.

Depresión: suele aparecer en el momento en que se empieza a tomar conciencia de la pérdida de un ser querido. La depresión preparatoria anticipa el miedo a la muerte de un ser querido, como si la mente se estuviera preparando. La depresión reactiva surge cuando uno se da cuenta de que muchos aspectos de su vida están cambiando y conduce a una fuerte sensación de impotencia.

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