¿Cómo se le llama a la familia que no tiene hijos?
Hogar diferente residencia
Somos nosotros los que debemos llevarla. Que gracias a la píldora anticonceptiva, una conquista reciente si se quiere (apenas cincuenta años) hemos podido separar la esfera del placer de la de la reproducción.
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En los centros de fecundación in vitro veo tantas parejas infértiles que venderían un órgano para tener un hijo. Que se flagelan con exámenes invasivos, esperas agotadoras y costes económicos y psicológicos dramáticamente elevados.
Las hijas de madres manipuladoras, opresoras, juzgadoras y engorrosas suelen ser mujeres que siguen desgarradas por sus madres, por esos lazos atormentadores que no perdonan, y que se mueven en una red de culpabilidad e inadecuación.
La soledad de no tener hijos
Las contribuciones estaban previstas en el art. 4 letra c) del R.D.L. nº 798/1927 (derogado con el “Taglialeggi”), con competencia atribuida primero a las Provincias por la Ley nº 67 de 18/03/1993, y luego a los Municipios por el art. 56 apartados 1 y 2 de la Ley nº 11 de 23/10/2007, siempre en ausencia de un marco normativo armónico de requisitos y prestaciones.
No existen razones especiales para excluir a priori de la ayuda económica a los menores que pertenecen a familias en las que están presentes los dos padres biológicos, o cuando el progenitor que tiene la custodia del menor convive con otra pareja sin superar el requisito de ingresos.
Unidad familiar y estado de la familia
Cuando los padres de una familia se separan, toda la unidad familiar (incluida la familia ampliada, es decir, abuelos, tíos, etc.) se ve fuertemente implicada, tanto organizativa como emocionalmente.
En efecto, importantes investigaciones han demostrado una estrecha correlación entre el conflicto entre los padres (unidos o separados) y el malestar psicológico de los hijos (Amato y Rezza,1994; Camara y Resnick,1988; Elliot y Richards,1992; Emery y Forehand,1994; Jenkins,Smith y Graham,1988; Jenkins y Smith,1990).
Los estudios italianos (Francescato,1992) sobre este tema también señalan que cuando los padres están en conflicto, los hijos suelen tener problemas emocionales y de comportamiento, pero que el hecho de que los padres estén juntos o separados influye poco en su bienestar psicológico.
Un estudio realizado con 40 niños de entre 7 y 18 años, cuyos padres llevaban separados al menos cuatro años, demostró que todos los niños dijeron sentir alivio tras el divorcio de sus padres.
Todas las situaciones familiares que conducen a la separación de los padres deben poder beneficiarse de una ayuda psicológica competente y cualificada que pueda apoyar a los padres en el difícil proceso de separación y la crianza simultánea de los hijos, y los hijos deben poder ser apoyados en el proceso de mantener el apego a ambos padres y aceptar su separación.
Hogar esee
Las cotizaciones estaban previstas en el artículo 4 letra c) del Real Decreto-Ley nº 798/1927 (derogado con el “Taglialeggi”), con competencia atribuida primero a las Provincias por la Ley nº 67 de 18/03/1993, y luego a los Municipios por el artículo 56 apartados 1 y 2 de la Ley nº 11 de 23/10/2007, siempre en ausencia de un marco normativo armónico de requisitos y prestaciones.
No existen razones especiales para excluir a priori de la ayuda económica a los menores que pertenecen a familias en las que están presentes los dos padres biológicos, o cuando el progenitor que tiene la custodia del menor convive con otra pareja sin superar el requisito de ingresos.
