¿Cómo soltar a alguien que ya te solto?

Dejar ir a una persona que no te quiere

En la vida nos vemos “obligados” a desprendernos de muchas cosas: ciclos de estudio, hábitos, compañeros de colegio, casas, objetos, dinero, infancia, juegos y juguetes, trabajos y carreras, coches, lugares, lugares de vacaciones, seres queridos…

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A veces tienes que dejar ir a la gente que quieres

Me identificaba con mis fracasos, decepciones e injusticias del pasado; con la sensación de incapacidad y el miedo a no estar nunca a la altura del presente; con la ansiedad y los temores por el futuro.

Durante demasiados años fui víctima de todo esto. Entonces, hace unos años, justo cuando me había convencido de que no podía existir una alternativa, llegó el punto de inflexión: empecé a viajar por Asia y descubrí el budismo.

Los occidentales estamos educados de tal manera que nos enfrentamos a la vida sin esta conciencia. Por eso nos resistimos, luchamos, aguantamos y somos rocas que intentan resistir el flujo eterno de la vida.

Si quieres soltarte, lo primero que tienes que hacer es dedicar un tiempo a relajarte, quizás dando un paseo o viendo una puesta de sol. Quédate a solas contigo mismo durante un rato, sin distracciones ni molestias. Debes respirar profundamente y desear con todas tus fuerzas dejar atrás el peso que llevas dentro.

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Ejercicios para dejarse llevar

No se deja de amar de un día para otro. Uno se da cuenta de que ha ocurrido de repente. Y uno tiende a no creerlo. Pensar que causas externas han intervenido para aliviarnos de la angustia.

Yo añadiría que si él siente la necesidad de un enfrentamiento con un profesional, no renuncies a ello, sobre todo para “alimentar” su autoestima y fortificarse para un futuro nada lejano.

Siempre me da señales contradictorias. Dice que me quiere, luego que no, me dice que no me haga ilusiones pero afirma que “si me doy cuenta de que me he equivocado volveré directamente a ti y trataré de conquistarte. si me doy cuenta en seis meses o un año me comeré las manos”.

Ahora centrándose en ella, en su sufrimiento y no en el maltrato de este tipo, lo cual no es bueno para ella… porque tiende a devolverla a la desorientación y a no centrarse en sus necesidades y emociones.

Me repitió por todos los medios que yo no tenía nada que ver, que era su propio problema que aún no entendía del todo. Me decía que tenía miedo de que se acabara lo nuestro “tengo demasiadas cosas en la cabeza… tengo miedo de que se acabe lo nuestro… no sé… pienso y me siento mal”; o de nuevo. ‘Necesito calmarme y pensar en todo. Necesito darme fuerzas para seguir, así que discúlpame amor’; ‘Necesito pensar porque contigo sólo lloro porque me enfado’.

El valor de dejarse llevar

De hecho, hay muchas personas que, cuando se enamoran, experimentan emociones muy intensas que perciben como incontrolables y peligrosas, porque se apoderan de su forma habitual de hacer y pensar.

  ¿Cómo desear lo mejor a una persona?

Todos buscamos el amor, pero a veces vivir en una relación seria nos asusta; a veces contra el deseo de dejarse llevar hay muchas resistencias mentales, que bloquean y no nos permiten vivir una historia de amor con serenidad.

Hay muchas facetas de la misma dinámica, que impide estar serenamente en pareja y construir un futuro junto a otra persona, ya que el miedo al amor lleva a actitudes que hacen que la pareja se sienta poco querida y poco importante.

Estos sentimientos al principio de una relación (pero sólo al principio) son normales e incluso, dentro de ciertos límites, funcionales, porque el enamoramiento implica necesariamente una pérdida de control y una dependencia de la otra persona.

La persona que padece filofobia, a veces, a pesar de ser consciente de lo infundado de su miedo, no puede evitar huir de las relaciones, desgarrada, por un lado, por el deseo de desprenderse de sus propios sentimientos y de los de su pareja, e impulsada, por otro, a escapar, para sofocar la ansiedad y el fuerte estado de tensión que acaban por apoderarse de ella.

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