¿Cómo despedirse de alguien por Whatsapp?

Carta de despedida a un amigo

Después de tu despedida estoy pasando por un momento muy doloroso. Pero que sepas que no me arrepiento de ninguno de los “te quiero” que te dediqué, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y que no hubiera querido perder.

Sé que seremos amigos de por vida, compartiendo nuestros sueños juntos. Mientras caminamos por la carretera, no lo pensamos dos veces, estos recuerdos se hacen para siempre. Y aunque estemos en mundos diferentes, de alguna manera estamos juntos porque en el fondo de nuestros corazones estos recuerdos están hechos para siempre. ¡Adiós mi querido amigo!

Separarse es la suerte de toda la humanidad. El mundo es un escenario de constantes despedidas, y las manos que hoy se estrechan en un cordial saludo, están condenadas a unirse por última vez, cuando los labios temblorosos pronuncien la palabra: Adiós.

En esas largas horas fui el centinela de la pena, vigilé con una nueva multitud de palabras muertas… Debo aprender de nuevo el paso tranquilo de quien cree a dónde va y por qué… ahora sentía una larga pena en mi pecho que me privaba de todo sentimiento.

Despedirse de un amor imposible

No me olvides de los días que pasamos juntos de las sonrisas y las lágrimas del maravilloso flujo de energía transmitido entre nosotros, de los viajes y las historias del tiempo y el espacio de los sueños y los planes. No me olvides a pesar de las guerras diarias que te llevan a otra parte porque yo, a pesar de todas las batallas, dolores y cargas diarias, no puedo ni quiero olvidarte.

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Conmovedoras cartas de despedida

Aunque tenga que despedirme, eres la única persona que podría consolarme. Es extraño cómo el destino se burla de nosotros, pero no podemos hacer nada al respecto. Tal vez un día nuestros caminos se reúnan.

Queriendo o sin querer, el abandono nos introduce, desde el primer momento en que lo sufrimos, en un páramo que no conocíamos, nos hace escuchar un nuevo timbre de la desesperación y la fatiga de existir y desear.

Aunque tenga que despedirme, eres la única persona que podría consolarme. Es extraño que el destino se burle de nosotros, pero no podemos hacer nada al respecto. Tal vez un día nuestros caminos se reúnan.

Me dejaste solo, y realmente te quería y todavía te quiero. Todavía guardo el regalo que debería haberte hecho por tu cumpleaños deseando que un día puedas desenvolverlo conmigo. ¡Adiós amor!

Despedirse de una persona especial

Nos guste o no, el abandono nos introduce, desde el primer momento en que lo sufrimos, en un páramo que no conocíamos, nos hace escuchar un timbre inédito de desesperación y de fatiga de existir y desear.

Deberíamos empezar de nuevo desde el principio cada día. Despedirse y perderse de vista. Y de inmediato se buscan y se encuentran de nuevo. Hay que vivir sólo de los comienzos. Como dos extraños, que se tienen el uno al otro sin llegar a tenerse del todo.

Quien piense que hay que filosofar, debe filosofar, y quien piense que no hay que filosofar, debe filosofar para demostrar que no hay que filosofar; por lo tanto, hay que filosofar en cualquier caso o marcharse de aquí, despidiéndose de la vida, pues todo lo demás parece ser sólo cháchara y palabrería.

En esas largas horas fui el centinela de la pena, miré junto a una nueva multitud de palabras muertas… Debo aprender de nuevo el paso tranquilo de quien cree a dónde va y por qué… ahora sentía una larga pena en el pecho que me privaba de todo sentimiento.