¿Qué es lo que debo aprender de la vida?

No sé qué trabajo hacer con mi vida

Y sin embargo, funciona. Lo sé con certeza porque lo he vivido en carne propia. Unas semanas más tarde, cuando estaba terminando la comida de mi plato que apenas me había dado cuenta de que había cocinado, me detuve.

Levanté la cabeza, apoyé la espalda en la silla y dejé de hacer nada. Recuperé el control de mi respiración, observé los colores, presté toda mi atención a los detalles, observé a las personas y las cosas que me rodeaban. Me obligué a vivir exclusivamente en el momento presente.

Tengo 28 años y no sé qué hacer con mi vida

Mi condición actual me ha enfrentado al hecho de que también tengo que cuestionar mis valores. No recuerdo cuándo fue la última vez que me sentí feliz o vivo sin depender de una persona, no sé cuáles son mis puntos fuertes. Estoy triste. Y no tengo muchos amigos

Hola, me gustaría que mi hijo tuviera un amigo como tú para llegar donde yo no puedo y hacer que se quiera y se estime… que se abra a la vida y entienda que todos tenemos algo bueno… ¡sólo hay que creérselo!

Os contaré un pequeño secreto: originalmente el post iba a ser de 20 preguntas, pero me di cuenta de que se haría demasiado largo. Me gusta mucho la pregunta sobre las debilidades, creo que es un gran añadido a esta lista 😉

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Te agradezco el artículo también porque había estado considerando seriamente un viaje a la India para encontrar respuestas y al leer tu primera frase me dije: ok entonces mejor lo evito 🙂

Así que me pregunto por qué te limitas sólo a un público tan pequeño como el italiano. ¿Por qué no difunden todos estos maravillosos artículos en inglés y en español? ¿No multiplicaría eso su audiencia y, por tanto, sus ganancias? Podrías llegar a las dos Américas. Por no hablar de Europa y los demás continentes.

Tengo 32 años y no sé qué hacer con mi vida

En el primero de esta serie de artículos dedicados a la psicología positiva, me gustaría centrarme en una de las macroáreas que esta disciplina pretende mejorar: cómo aprender a disfrutar de la vida y del momento presente.

De hecho, hay que recordar que la ausencia de depresión y problemas mentales no significa necesariamente bienestar mental, del mismo modo que no ser obeso no significa estar en forma y sano.

Hay más de 100 intervenciones de psicología positiva y otros tantos ejercicios que uno puede hacer fácilmente por su cuenta para mejorar su bienestar mental. En general, podemos dividirlos en los siguientes macroámbitos:

Sin embargo, también podemos intentar disfrutar del momento saboreando y reviviendo experiencias pasadas. Especialmente cuando la vida nos presenta diversos obstáculos y desafíos, en el recuerdo de los buenos momentos del pasado podemos encontrar la fuerza y la determinación para seguir adelante.

Muy a menudo se subestiman ambas cosas y se confunden con la educación. Desde la infancia estamos acostumbrados a ser educados y amables porque esta actitud forma parte de ser una buena persona.

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Cómo entender en qué eres bueno

No te culpes si te encuentras pensando negativamente. Y deja de culparte por todo lo que va mal. Aprende a relajarte, quédate escuchando música suave, observa tu respiración, ponte en contacto con tu Energía interior. Respira profundamente, cierra los ojos y libera toda la tensión acumulada. Con cada inhalación imagina que estás respirando aire limpio dentro de ti, aire limpio, y con cada exhalación junto con tu respiración, libera las toxinas, los miedos, la tensión y repite mentalmente: “Estoy a salvo, me acepto completamente”. Permaneciendo en silencio, con cada respiración repite mentalmente: “Me amo” – “Me perdono” – “Soy inocente”. Puedes hacer esto en cualquier lugar, acostúmbrate a hacerlo a menudo, especialmente cuando sientas que los pensamientos negativos o de enfado acuden a tu mente.

Mírate al espejo nada más levantarte y repite: ‘Te quiero’. ¿Qué puedo hacer hoy por ti? ¿Cómo puedo hacerte feliz?” Escucha tu voz interior: la respuesta siempre llega, aunque no necesariamente de forma inmediata. Si ocurre algo desagradable durante el día, ponte delante de un espejo y di: “Te quiero igual”. Si ocurre algo maravilloso, ponte delante del espejo de todos modos y di: “¡Gracias!”.

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