¿Cómo volver a sentir pasión por la vida?

Mis pasiones

Estudios recientes han demostrado precisamente eso: poner en práctica actitudes receptivas y sensibles hacia su pareja de larga duración puede ayudar a fomentar la comprensión sexual y reavivar la pasión, tanto en hombres como en mujeres, sobre todo si estas actitudes están dirigidas a enfatizar lo especial y exclusivo de la relación.

Despertar el deseo sexual en el hombre y la mujer no siempre es una cuestión de pareja. Hay momentos en la vida de uno en los que el sexo adquiere un valor secundario respecto a lo que estamos viviendo.

Hay varios momentos en la vida de una persona en los que pasa por fases de silencio sexual, es decir, momentos en los que no siente el deseo de hacer el amor. Las causas pueden ser contextuales, desde el estrés hasta los momentos de crisis en la pareja, pasando por cambios físicos o situacionales, pero también carencias hormonales o acontecimientos de cierto impacto físico y emocional en la vida de la mujer, como el embarazo y la menopausia.

No tengo pasiones universidad

No faltan alternativas en este sentido: desde un curso de baile hasta un fin de semana de cata de vinos, son numerosas las soluciones que se pueden plantear para vivir momentos especiales con la pareja y reavivar el deseo.

Por supuesto, el diálogo también cuenta mucho. Dedicar un tiempo a hablar abiertamente con tu pareja ayuda mucho a mejorar el entendimiento íntimo, por ejemplo, permitiéndote revelar a tu pareja un sueño erótico que tienes desde hace tiempo.

No tengo aficiones ni intereses

Denso, pesado, aparentemente irrompible. Silencio de palabras, desierto de gestos. Y uno sufre, en ambos lados de la cama. Intimidad perdida, deseo que palidece, sexo que se desvanece… Tantas confidencias entre amigos. Y no sólo cuando, con el habitual e indigesto ajuar de sofocos y cambios de humor, se anuncia nuestra señora menopausia. Las mujeres mucho más jóvenes lo cuentan y se sienten mal por ello. Si a menudo es ‘el que no entiende’ (los tiempos, los deseos, los pensamientos que desordenan la cabeza y alejan el cuerpo), también es ella la que a veces se queja de la rutina, la que dice ‘ya no me ve’…

Y mientras tanto hay un mundo de mujeres y hombres disponibles fuera, que proponen sexo placentero y sin compromiso. O están las pequeñas píldoras azules: Viagra y sus hermanas, para caballeros en crisis y jóvenes con ansiedad de rendimiento. O, sin ir muy lejos, basta con encender un ordenador y son las tardes en los chats, en los sitios, inventando otra vida, buscando algo que excite, despierte… Mientras la otra persona se sienta en el sofá, emocionalmente a muchos kilómetros de distancia.

No tengo pasiones

Casi parece que no tienes ningún interés en la vida que merezca la pena mencionar, aparte de comer bien, dormir mucho y salir con los amigos. Lo cual es muy bueno para el capítulo de la afición, pero mucho menos para el capítulo del trabajo.

Datos en mano, en cambio, cuando sabes cómo presentarte y comunicar tus mejores habilidades en el mercado, descubres que por un trabajo tradicional extinguido hay al menos otros diez microempleos que desconoces pero para los que podrías presentarte fácilmente, tras un breve curso de reciclaje profesional.

El neurocientífico se llama Daniel Cable y descubrí su trabajo a través de su libro Alive at work, The neuroscience of helping your people love what they do.

Todo esto, demostró el Dr. Cable, va exactamente en contra de la forma en que los seres humanos estarían hechos: los humanos hemos evolucionado durante miles de años debido a la existencia de un circuito neuronal llamado “sistema de búsqueda”.