¿Por qué la gula es un pecado?

Oración por el pecado de la gula

En el budismo existe una “Teoría Causa-Efecto”, conocida como coproducción condicional, que se aplica al karma entendido como acción volitiva. En general, el budismo ilustra las intenciones como la causa del karma, clasificado como bueno, malo o neutro. Además, muchos pensamientos en la mente de cualquier ser vivo también pueden ser negativos, constituyendo éstos un karma mental en lugar de verbal o físico.

“Haz las buenas acciones correctamente, sinceramente y con moderación, y alégrate, porque las buenas acciones de nadie son suficientes para ponerlo en el Paraíso”. Los Compañeros preguntaron: “¿Ni siquiera tú, oh Mensajero de Alá?”. Respondió: “Ni siquiera yo, a menos que Alá me conceda Su perdón y misericordia”.

Receta del pecado de la gula

Reproducimos en nuestro sitio el texto de la conferencia pronunciada por Andrea Lonardo el 30/6/2012 durante los Sermones sobre los Pecados Capitales celebrados en el marco del Festival de los Dos Mundos en Spoleto. Para otros textos, véase la sección de Textos de Andrea Lonardo en este mismo sitio. Véase también Accidia: il demone della notte, de Pierangelo Sequeri, La superbia: un super-io contro Dio, de Rino Fisichella, Lussuria: l’eros senza pienazza, de Gianfranco Ravasi. Sobre la acedia, véase también L’accidia: il vizio nella vita spirituale e la lotta contro esso, de Angelo De Donatis.

Enseguida se ve que el riesgo de reducirlo todo a la gula no sólo aparece en la vida individual: ¡cuánto engañaron las grandes ideologías del siglo XX a generaciones enteras con que bastaba para saciar la barriga tener “hombres nuevos”!

Pecado de gula

Sólo recientemente hemos salido de la tiranía moralista y hemos rehabilitado la cocina entre las humanidades. La comida no sólo es buena para comer, como decía Lévi-Strauss, sino también “buena para pensar”. Por fin, la venganza del “cuerpo inferior”.

Ser bueno en la mesa vuelve a ser una culpa, y la bipolaridad alimentaria contemporánea nos devuelve al infierno. Los oscuros presagios siguen acechando entre las ollas. Cada vez que nos levantamos al final de una comida con arrepentimiento, empieza a soplar un aire malo. La lluvia / eterna, malhumorada, fría y pesada”.

El pecado de la gula en la Biblia

Desde hace tiempo, historiadores, etnólogos y antropólogos sostienen que la historia de la alimentación, que implica el paso “de lo crudo a lo cocinado”, constituye una atalaya privilegiada para reflexionar sobre el complejo camino que llevó al hombre de la naturaleza a la cultura.

Pero (volviendo a la filosofía) Platón también introdujo un paralelismo entre el apetito cognitivo y el corporal del que se desprende una desigualdad de valores ejemplar. En la definición del placer como “llenado del vacío” que se produce en el cuerpo (hambre y sed) y en el espíritu (ignorancia y necedad), queda clara la sujeción del primero al segundo, ya que sólo el alimento espiritual, que se nutre del conocimiento eterno y universal de la ciencia, sacia verdaderamente al hombre, elevándolo al mundo de las sustancias inmateriales y perfectas.

Se hace el intelectual y saca a relucir la cuestión del canibalismo, de comer el corazón del enemigo (película Apocalyptus), del parricidio, de la Eucaristía, que sería el último resto de la comida caníbal de los hijos para el padre muerto…. Y todas esas cuestiones intelectuales. Lo que a mí personalmente, y como psicoanalista, me resulta bastante molesto.