¿Qué es una oscilación o ciclo?
Remedios para la depresión cíclica
La mayoría de las mujeres experimentan a lo largo de su vida los síntomas del síndrome premenstrual en las semanas previas al flujo de la menstruación. La prevalencia puntual (es decir, el porcentaje de mujeres con síntomas en un momento dado) del síndrome premenstrual estaría entre el 20% y el 30%. Los síntomas del síndrome premenstrual no son exactamente iguales en todas las mujeres e incluso en la misma mujer pueden variar de un ciclo a otro.
Contenidos
Para el tratamiento del síndrome premenstrual son útiles un estilo de vida saludable (que incluya ejercicio regular, una dieta sana y equilibrada, un sueño adecuado, abstenerse de fumar y evitar el consumo excesivo de alcohol), la reducción del estrés mediante la práctica del yoga o la meditación, y el uso de una automedicación sintomática si hay dolor.
Malestar post-ciclo
Cada mes, el ovario hace madurar un ovocito y lo libera durante un proceso llamado ovulación. Al mismo tiempo, las hormonas sexuales femeninas preparan la mucosa que recubre el útero (endometrio) para acoger un posible embarazo.
La fase folicular (o preovulatoria) comienza el primer día del flujo menstrual, que corresponde al primer día del ciclo, y termina el día anterior a la ovulación. Durante este periodo, los niveles de hormonas estrogénicas producidas por el ovario aumentan gradualmente en la sangre y provocan importantes cambios en el ovario y en la mucosa interna del útero (endometrio), que se repiten cada mes a lo largo de la vida reproductiva de la mujer.
Durante los primeros 5-6 días del ciclo, que se corresponden con el flujo menstrual, el endometrio se deshace y las venas y arterias que se encuentran debajo crean un flujo de sangre mezclado con el tejido que se desprende de la base de la mucosa uterina. Una vez finalizada la menstruación (por término medio, del día 6 al 14), el endometrio se engrosa y se prepara para recibir un posible óvulo fecundado por un espermatozoide. Al mismo tiempo, los estrógenos del ovario provocan el crecimiento de los folículos, pequeñas vesículas que contienen óvulos. Generalmente, sólo un folículo alcanza la plena madurez cada mes.
Ciclo y estado de ánimo deprimido
Durante el ciclo menstrual, cada mes se producen una serie de procesos y cambios en los ovarios y el útero que sirven para preparar al organismo para una eventual fecundación y embarazo, y que por tanto son fundamentales para conseguir la función última del aparato reproductor: la creación de una nueva vida.
De hecho, el propósito fundamental del ciclo menstrual es hacer madurar el óvulo (gameto femenino) y preparar un “entorno” adecuado para su eventual implantación. Los procesos fisiológicos que tienen lugar durante este periodo preparan, por tanto, el inicio de un posible embarazo, en caso de que se produzca la fecundación del óvulo por un espermatozoide de origen masculino.
Para calcular la duración del ciclo, hay que considerar el periodo que va desde el primer día en que aparece el flujo menstrual (día 1 del ciclo) hasta el día anterior al inicio de la siguiente menstruación.
Si una mujer tiene ciclos regulares, un ovocito (uno por cada ciclo menstrual) tarda una media de 14 días en madurar y, bajo estímulo hormonal, escapar del folículo que lo contiene y entrar en la trompa. A partir de ahí, el óvulo inicia su viaje hacia el útero, donde anidará si, en su camino, es fecundado por un espermatozoide.
Irritabilidad durante el ciclo
La mayoría de las mujeres experimentan a lo largo de su vida síntomas de síndrome premenstrual en las semanas que preceden a su flujo menstrual. La prevalencia puntual (es decir, el porcentaje de mujeres con síntomas en un momento dado) del síndrome premenstrual estaría entre el 20% y el 30%. Los síntomas del síndrome premenstrual no son exactamente iguales en todas las mujeres e incluso en la misma mujer pueden variar de un ciclo a otro.
Para el tratamiento del síndrome premenstrual son útiles un estilo de vida saludable (que incluya ejercicio regular, una dieta sana y equilibrada, un sueño adecuado, abstenerse de fumar y evitar el consumo excesivo de alcohol), la reducción del estrés mediante la práctica del yoga o la meditación, y el uso de una automedicación sintomática si hay dolor.
