¿Cómo callar el pensamiento?
El secreto del pensamiento vivo
Aceptando el hecho de que es imposible no tener pensamientos negativos y que nuestra mente es un poco como un mono que corre de un pensamiento a otro sin parar, tratamos de entender cómo liberarnos de los pensamientos y las preocupaciones que a menudo son inútiles además de perjudiciales.
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Stefanie Stahl, psicóloga alemana, acude a nuestro rescate en su libro “¿Quién apagó la luz?”, en el que da varios ejemplos y propone ejercicios para liberarnos de los pensamientos negativos, sanar nuestro “niño interior” y reforzar la autoestima.
A menudo nos damos cuenta (a posteriori, por desgracia) de estos pensamientos negativos porque tenemos reacciones repentinas y excesivas que se apoderan de nosotros sin darnos ninguna forma de controlar nuestros impulsos.
Para salir de las situaciones críticas de ansiedad y de los pensamientos negativos recurrentes, existen varias técnicas. Algunas de ellas pueden parecer incluso sencillas y triviales pero, precisamente por su sencillez, merece la pena probarlas.
Por ejemplo, cuando te des cuenta de que tienes un pensamiento negativo o una corriente de pensamientos negativos, distráete obligándote a centrarte en el entorno exterior, encuentra 10 cosas rojas o piensa en 10 países que empiecen por la letra B.
Pensamiento caótico y atormentado, dificultad para concentrarse
Entonces, ¿cómo podemos empezar a integrar la práctica de la atención plena en nuestra vida cotidiana? Es comprensible que, cuando mucha gente oye la palabra “mindfulness”, piense inmediatamente en la práctica de la meditación.
Echemos un vistazo a una técnica de “atención plena sobre la marcha” llamada “Técnica de la Radio”, que puedes intentar incorporar a tu vida cada vez que tengas breves momentos de inactividad (lejos de una pantalla): por ejemplo, durante tu viaje al trabajo, cuando paseas al perro o te cepillas los dientes.
Wittgenstein y la filosofía del lenguaje
Se abordarán temas como la toma de conciencia de los pensamientos y comportamientos desde la perspectiva de la inteligencia emocional, la presencia en el “aquí y ahora” para vivir plenamente la existencia, el liderazgo (especialmente en referencia a uno mismo), el uso de aspectos de la comunicación que generalmente se tienen poco en cuenta (el uso de la voz), la motivación, la confianza en uno mismo, la empatía y la gestión de conflictos.
– la combinación de pensamiento y estado emocional, sobre todo si se repite, genera programas mentales (que pueden ser, por tanto, funcionales o “negativos”) que nos guían, casi siempre inconscientemente, hacia “nuestras” decisiones
No puedo dejar de pensar en ti
Un poco como las hojas en el viento, podemos estar dejándonos llevar por esos pensamientos oscuros que se han ido acumulando, día tras día. No tener claridad significa agotarse emocionalmente y ser vulnerable y el silencio, en este sentido, ayuda.
El silencio nos ayuda a detenernos en las cosas importantes, a tomarlas metafóricamente en nuestras manos y a comprender el impacto que tienen en nuestra existencia. Inicia un intenso proceso de análisis que no se detiene en las primeras etapas de las cosas, sino que profundiza, descomponiendo y recomponiendo las cosas.
