¿Qué es el apego a las cosas materiales?

Apego evasivo

Todos tenemos cariño por los objetos, las chucherías, la ropa, las joyas, pero también guardamos celosamente las entradas de teatro, las revistas, las tarjetas y las cartas recibidas. También coleccionamos y guardamos con cuidado posesiones aparentemente sin importancia, pero que para nosotros tienen un gran valor sentimental.

La obsesión por la necesidad de guardar objetos y cosas, porque pueden ser útiles, y las compulsiones de acaparamiento están por tanto presentes. La inclusión del Trastorno de Acaparamiento dentro del capítulo de Trastornos Obsesivo-Compulsivos atestigua cómo el comportamiento de acaparamiento ha sido considerado durante mucho tiempo como un posible síntoma del TOC o del TOCP.

Los factores en juego parecen ser diferentes, y desde la década de 1990 Frost y sus colegas han estado trabajando en la creación de un modelo cognitivo-conductual para explicar los mecanismos que subyacen al trastorno de acaparamiento.

Accesorio de seguridad Bowlby

Muchos recordaremos con nostalgia y cariño la casa en la que crecimos, el parque en el que jugamos de pequeños, el lugar de nuestro primer beso. Momentos impresos en nuestra memoria, con la suficiente carga emocional como para crear un vínculo incluso con el “entorno ambiental” en el que tuvieron lugar.

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Teoría del apego y estilos relacionales

Visto desde fuera, el comportamiento del enfermo de EA parece totalmente incomprensible: se trata de individuos que arruinan su vida, a menudo su situación económica, casi inevitablemente las relaciones con sus seres queridos (hasta el divorcio o la retirada de los hijos por parte de los servicios sociales) para coleccionar, almacenar, atesorar objetos que suelen ser inútiles, sin valor y con los que declaran, en la mayoría de los casos, no tener ninguna conexión especial (en el sentido de que no representan momentos especiales o no tienen ningún significado especial en sí mismos).

La riqueza de detalles en el razonamiento se refleja también en los discursos a menudo: por ejemplo, Frost señala que sus pacientes con acaparamiento hacen un uso peculiar del contestador automático, dejando mensajes largos y complejos, llenos de detalles superfluos, que no van al grano y consumen todo el espacio del contestador.

Un caso especial de acaparamiento es la acumulación de animales, sobre todo de perros y gatos; se habla de una media de unos 40 animales a la vez, pero también de cientos. Los acaparadores de animales desarrollan un apego especial a los animales, a menudo con la convicción de que pueden establecer un vínculo especial con los animales o se sienten comprometidos con la “misión” de rescatar animales percibidos como indefensos y necesitados.

Apego inseguro

De acuerdo con la doctrina del origen dependiente, según la cual todos los fenómenos son causa y efecto de otros fenómenos, el yo alimenta el ansia y el apego, y estos dos alimentan la ilusión de la existencia del yo único y separado. Para eliminar el apego, hay que cortar el ansia, y una vez que estos dos venenos han cesado, el yo también desaparece. La liberación pasa inevitablemente por la extinción del ansia, el apego y el yo; para los pensadores budistas, la liberación se produce cuando los signos de la impermanencia se nos hacen finalmente evidentes y somos capaces de aceptarla.