¿Cómo saber si tienes miedo a enamorarte?
Tiene miedo de volver a sufrir
En psicología, el miedo al enamoramiento se aborda a través de la terapia, que busca ahondar en la historia personal del sujeto para luego encontrar el tipo de terapia que mejor se adapte al caso, ya que pueden existir factores culturales, personales o traumáticos que pueden definir esta fobia.
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Los textos citan a menudo el caso de Isabel I, que se mostró reacia a casarse tras presenciar la ejecución de su madre (enamorada de su primo) a manos de su padre Enrique VIII, lo que la llevó a repudiar la tragedia inherente al amor romántico.
La psicología evolutiva ve, pues, en este rechazo un proceso de selección natural, que llevó al cerebro a formar nuevos módulos cognitivos: adaptaciones psicológicas necesarias para el mantenimiento de la especie.
Estos síntomas pueden aparecer tanto al principio de la aventura, como en el primer encuentro programado, pero también después de algunas citas, cuando el sujeto se da cuenta de que está entrando en una relación amorosa.
Tiene miedo de volver a sufrir
Todas las personas experimentan en su vida el sentimiento del amor al menos una vez. Como todos sabemos, el enamoramiento implica una serie de emociones fuertes y contradictorias porque abarcan diferentes sensaciones mentales y corporales del individuo como la euforia, la agitación, el miedo a lo desconocido, la incertidumbre, la adrenalina. No todos los seres humanos son capaces de afrontar y controlar de forma óptima las primeras “señales” del enamoramiento y, en consecuencia, intentan combatirlas, evitarlas, defenderse hasta el punto de desarrollar un trastorno: la filofobia.
Miedo a sufrir por amor
El término “filofobia” deriva de la combinación de dos palabras griegas – “philo” (amor) y “phobia” (miedo)- y, por tanto, significa literalmente “miedo al amor”. Las personas que sufren este trastorno fóbico temen el amor romántico o la formación de vínculos afectivos de cualquier tipo.
En la filofobia, la perspectiva de ser amado -de expresar amor a otro, siendo así emocionalmente vulnerable- evoca sentimientos de malestar, ansiedad y nerviosismo, que pueden escalar hasta convertirse en auténticos ataques de pánico.
Hay que señalar que algunas personas filofóbicas consiguen gestionar adecuadamente este trastorno, sin ayuda profesional; si establecen una relación de dependencia, sus relaciones pueden no verse afectadas por la filofobia (en la práctica, su bienestar depende de las respuestas que reciban de la persona que aman).
En algunos casos de filofobia, los antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) pueden ser útiles para reducir los síntomas físicos y emocionales graves.
Cómo ayudar a los que tienen miedo al amor
De hecho, hay muchas personas que, cuando se enamoran, experimentan emociones muy intensas que perciben como incontrolables y peligrosas, porque se apoderan de su forma habitual de hacer y pensar.
Todos buscamos el amor, pero a veces vivir una relación seria nos asusta; a veces contra el deseo de dejarse llevar hay muchas resistencias mentales, que bloquean y no nos permiten vivir una historia de amor con serenidad.
Hay muchas facetas de la misma dinámica, que impide estar serenamente en pareja y construir un futuro junto a otra persona, ya que el miedo al amor lleva a actitudes que hacen que la pareja se sienta poco querida y poco importante.
Estos sentimientos al principio de una relación (pero sólo al principio) son normales e incluso, dentro de ciertos límites, funcionales, porque el enamoramiento implica necesariamente una pérdida de control y una dependencia de la otra persona.
La persona que padece filofobia, a veces, a pesar de ser consciente de lo infundado de su miedo, no puede evitar huir de las relaciones, desgarrada, por un lado, por el deseo de desprenderse de sus propios sentimientos y de los de su pareja, e impulsada, por otro, a escapar, para sofocar la ansiedad y el fuerte estado de tensión que acaban por apoderarse de ella.
