¿Cuándo se considera que una persona es mala?

Por qué nos encontramos con gente mala

EL FRACASO DE LOS INTENTOS DE REPARACIÓN Los intentos de reparación son los esfuerzos que hace la pareja para aliviar la tensión durante una discusión: ‘Vamos a hacer una pausa’… ‘Espera, necesito calmarme’. Los intentos de reparación rebajan la tensión emocional entre los miembros de la pareja, disminuyendo el nivel de estrés. En una pareja que no se comunica de forma asertiva, a la larga se desarrolla un círculo vicioso negativo que lleva al fracaso de los intentos de reparación y al aumento de la tensión.

La gente mala paga

3. Tiendes a quedarte solo Con el hecho de que la gente puede darse cuenta tarde o temprano de que los estás utilizando, si eres una mala persona tiendes a quedarte solo casi naturalmente, pero esto no es bueno para ti porque agudiza el deseo de sobresalir y demostrar a los demás que eres mejor que ellos. Intenta encontrar personas en las que realmente confíes, sin destruirlas para sobresalir o hacerte valer, y verás que el dicho “pocos pero buenos” en relación con los amigos realmente funciona. PD: no funciona con los compañeros de cama: los problemas son otros, y ser malo no ayuda.

Cómo destruir a una mala persona

Saben disfrazarse comportándose de forma diferente con cada persona, son camaleónicos. Se comportan bien con las personas de las que pueden beneficiarse y explotar, mientras que tienen actitudes ásperas con los demás y no tienen reparos en hablar a sus espaldas.

Son personas posesivas y quieren controlar todo imponiendo siempre su punto de vista y si las cosas no salen como ellos quieren pueden ser muy desagradables sin importarles la opinión de los demás.

Mienten por placer y para divertirse y no les importan en absoluto las consecuencias, se les puede considerar mentirosos patológicos. Suelen utilizar todo tipo de excusas para llevar siempre el discurso hacia donde ellos quieren. Son capaces de manipular el discurso haciendo incluso que te sientas culpable al decir que no confías en ellos.

La gente mala se destruye a sí misma

En cualquier caso, Wilco estudia y considera el citado término como un sentimiento y, por lo que sé, sigue tratándolo en forma de sentimiento de malestar y pena provocado por la decepción de que el otro esté -en ese momento de la historia (la rueca)- mejor que nosotros, sin poder compartir su bienestar.

Yo diría que menos aún que el tipo de envidia que mencioné antes, que Dios nos libre y nos “ciegue” (y no por casualidad la envidia tiene que ver precisamente con “ver” (o mejor dicho, “no poder ver”) si alguna vez la experimentamos salvo en su sentido positivo de aguijón, de motivación para hacer e imitar y no en la acción destructiva (del hígado al alma) para alcanzar metas (pensamientos) tal vez demasiado ambiciosas (ambiciosos) y que sólo nos desgastan.

He querido distinguir los dos últimos conceptos de los primeros por una cuestión de “práctica”. En el primer caso, creo que estamos inexorablemente en el ámbito de la cuestión moral y ética: en el segundo, en el ámbito de la psicopatología, aunque sea del carácter si no del comportamiento práctico.