¿Qué es la lectura digital?

Libros de lectura digital

Estos dispositivos tienen unas dimensiones que se asemejan a la estructura de un libro físico, están dedicados exclusivamente a la lectura de ebooks y están pensados para solucionar los problemas de almacenamiento de los libros de papel en casa, pero también para aligerar la maleta cuando se viaja: un ereader permite llevar miles de libros en un objeto pequeño, ligero y manejable, con luz suficiente para leer en cualquier condición.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que los libros electrónicos no tienen un formato libre y universal. Los libros digitales contemporáneos están disponibles básicamente en dos formatos diferentes (epub y azw), ambos con protección anticopia e incompatibles entre sí. Elegir un formato significa elegir un tipo de libro electrónico, y viceversa.

Por supuesto, también existen en el mercado lectores de libros electrónicos bastante económicos que se basan en los clásicos paneles LCD, con todas las desventajas del caso y, desde luego, sin un rendimiento tan bueno como el de los modelos de tinta electrónica.

Precios de los libros electrónicos

Aunque los libros digitales carecen de algunas de las características más apreciadas por los lectores en los libros de papel, como el olor del papel y la belleza del propio objeto, los ebooks ofrecen otro tipo de ventajas.

Para los que quieran comprar libros electrónicos en línea, hay varias tiendas donde pueden comprar sus títulos favoritos y luego leerlos en su ereader o dispositivo digital. En estas plataformas se pueden encontrar libros digitales en formatos para ereaders kobo y kindle.

  ¿Qué es hablar a tus espaldas?

Además, si te interesan los libros digitales, ten en cuenta que las tiendas online suelen ofrecer promociones de ebooks (informamos de algunas de ellas mensualmente en nuestra web). Por último, si te suscribes al boletín de la librería podrás descargar 3 ebooks gratuitos:

Lectura profunda y lectura digital

Seamos claros: algunos llamamientos a la movilización general son de perfecta buena fe. Contra el riesgo de perder el arte de la lectura, debemos practicar una nueva resistencia (David L. Ulin, El arte perdido de la lectura. Books and Resistance in a Troubled Time, Seattle, Sasquatch Books, 2010) y volver a nuestro hogar como lectores (Maryanne Wolf, Come Home: The Reading Brain in a Digital World, Nueva York, HarperCollins, 2018; tr. it. Lector, vuelve a casa. El cerebro lector en un mundo digital, Milán, Vita e Pensiero, 2018).

La investigación tuvo en cuenta específicamente los siguientes comportamientos: seguir el texto con el dedo o con el puntero del ratón, subrayar el texto, releer el texto, anotar el texto y tomar notas, deambular mientras se lee, leer en modo endofásico o – viceversa – exofásico, mover los labios mientras se lee. Pues bien, los resultados del análisis realizado por Margolin y sus colegas permiten concluir que, en el caso de los textos expositivos, el uso de estas conductas no tiene un impacto significativo en el nivel de comprensión, mientras que sí lo tiene en el caso de la lectura de textos narrativos.

Ebook cómo funciona

Estos aspectos son llamativos porque no sólo nos los indica la neurociencia, que nos alerta del daño incluso orgánico de la experiencia digital inmersiva sobre los cerebros plásticos de las pequeñas criaturas, sino el mundo de los artistas que trabajan sobre el cuerpo y la figura, sobre la imagen evocadora y metafórica, respecto al disfrute adulto del cine, el teatro, la pintura, la fotografía.

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En una interesante monografía dedicada al papel de las emociones y los sentimientos en la lectura de novelas, la académica estadounidense Suzanne Keen destacó la importancia de las reacciones afectivas en el lector del texto literario, dentro de repertorios socioculturales específicos[5]. Se trataría, de hecho, de lo que los psicólogos llaman “emociones complejas” (distinguiéndolas de las emociones “básicas”, casi comunes a todas las culturas humanas), determinadas en aspectos significativos por condiciones marcadas cultural y socialmente. Asumiendo una perspectiva fenomenológica, podemos afirmar sin duda que la experiencia de leer un cuento, una novela o un poema combina la emoción, la imaginación y la percepción en una dimensión dinámica “situada”, a la vez abstracta y corpórea, sensorial y mental. Una experiencia determinada geográfica e históricamente, pero capaz de atravesar el espacio y el tiempo y presentarse en presencia de un inagotable aquí y ahora.

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