¿Qué dice Goleman de la inteligencia emocional?
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El libro de Goleman, que ha tenido mucho más éxito del que merece, entra en esta segunda categoría. Esto se desprende inmediatamente del prefacio escrito para la edición italiana, en el que se lee:
Contenidos
El diagnóstico y la intención, en sí mismos, no son erróneos. Lo es en el momento en que Goleman remonta el creciente analfabetismo emocional a trans-formaciones que tienen que ver exclusivamente con las instituciones pedagógicas: el escaso tiempo de que disponen los padres para dedicar a sus hijos, el escaso interés de los profesores por las cuestiones afectivas, etc.
Lo que hemos dicho invierte los antiguos puntos de vista sobre la tensión entre la razón y el sentimiento: no queremos eliminar la emoción y poner la razón en su lugar, como hubiera querido Erasmo; en cambio, nos gustaría encontrar el equilibrio adecuado entre ambos componentes. El antiguo paradigma apoyaba un ideal en el que la razón podía liberarse de la atracción de la emoción. El nuevo modelo nos insta más bien a encontrar una armonía entre la mente y el corazón”. (p. 49)
Qué es la inteligencia emocional
Desde el punto de vista fisiológico, los estudios realizados en el campo de la neurociencia han demostrado que el propio diseño del cerebro parece “integrar la autoconciencia y la empatía al reunir en las mismas redes neuronales remotas la forma en que registramos la información sobre nosotros mismos y los demás”.
Como coaches tenemos que estar en contacto con nuestro yo de forma intencionada, de lo contrario nuestros automatismos nos alejan de esta dimensión y nos perdemos lo que ocurre en la relación de ayuda.
Según Goleman, “la empatía depende de la atención: para estar en sintonía con el estado de ánimo de otra persona tenemos que captar las señales de sus emociones, ya sean vocales, faciales o de otro tipo.”
Ser un líder
Estas actitudes son perjudiciales, no sólo para quienes las reciben, sino también para quienes las cometen, porque a la larga las consecuencias son realmente notables, en la escuela y en todos los ámbitos de la vida social. Por lo tanto, son necesarios programas de prevención destinados a enseñar a los niños habilidades emocionales y sociales.
Los cursos de alfabetización emocional son una especie de “entrenamiento” destinado a interpretar correctamente las señales sociales, aprender a “ponerse en el lugar del otro” y controlar las emociones complejas, como la ira.
La empatía de Goleman
Lo mismo ocurre con otro estudio realizado en 2012 que analizaba la relación entre la inteligencia emocional, la autoestima y la adicción a la marihuana: los sujetos que sufrían esta adicción puntuaban excepcionalmente bajo en las pruebas que evaluaban tanto la autoestima como la inteligencia emocional.
De hecho, el hecho de que las pruebas mencionadas muestren que una persona sabe cómo gestionar las emociones y cómo comportarse en consecuencia en una situación determinada, aunque sea crítica, no significa necesariamente que esa persona reaccione de esa manera (como revela la prueba) cuando se produce esa situación.