¿Cuántos tipos de mindfulness hay?
Meditación de atención plena: cómo hacerla (también para principiantes)
Es un estado de conciencia en el que somos un testigo vigilante y presente de nuestros pensamientos, emociones y percepciones, momento a momento. Es un estado que no es fácil de describir con palabras porque se refiere ante todo a la experiencia directa.
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Las enseñanzas de Buda, que reciben el nombre de Dharma, indican los factores mentales que permiten al individuo captar la esencia y la naturaleza de cada experiencia. En particular, la aspiración, la confianza, la atención, la discriminación y, por supuesto, la atención plena.
La práctica del mindfulness facilitaría así la transición de un estado de desequilibrio y sufrimiento a uno de mayor percepción subjetiva de bienestar, gracias al conocimiento y comprensión profundos de los estados y procesos mentales y al trabajo activo con ellos.
Por eso es comprensible que en las últimas décadas el mindfulness se haya integrado en modelos y programas terapéuticos establecidos en el mundo occidental y que haya encontrado una integración especialmente fructífera con las psicoterapias cognitivo-conductuales.
Los diferentes tipos de meditación: ¿cuál elegir?
Desde la década de 1990, la reducción del estrés basada en la atención plena y la terapia cognitiva basada en la atención plena, que se basan en la meditación budista Vipassana (conciencia de la respiración y las sensaciones), se han difundido desde Estados Unidos para el tratamiento de diversas afecciones médicas y/o psicológicas.
La práctica de la meditación budista o hindú parece tener efectos diferentes. El uso de la resonancia magnética funcional en los últimos veinte años ha permitido describir las activaciones o desactivaciones de áreas cerebrales en el cerebro de meditadores experimentados. Una comparación rigurosa de diferentes estudios muestra que, de hecho, estos dos tipos de meditación activan circuitos cerebrales distintos (* Tomasino et al., 2014).
Las meditaciones de inspiración budista activan principalmente los circuitos del lóbulo frontal asociados a la atención ejecutiva, lo que confirma que la autoconciencia es la base de estas prácticas. En cambio, las meditaciones de inspiración hindú, cuyo objetivo es la pérdida del sentido del yo, activan los circuitos posteriores del córtex temporo-parietal.
1. curso de mindfulness práctico: qué es, beneficios y primicias
Los estudios realizados sobre los efectos de este enfoque han demostrado cómo promueve el bienestar de las personas, facilita el proceso de curación, reduce la percepción del dolor y conduce a la consecución de un mayor equilibrio interior.
En las sesiones de grupo, en las que participan un máximo de diez personas, el protocolo prevé ocho reuniones (de una hora y media a dos horas cada una) semanales, con una duración total de dos meses.
Y añade: “En la sesión individual, en cambio, cada semana se elige un tipo de ejercicio específico para esa persona y se profundiza en los distintos aspectos desde el punto de vista psicoeducativo”.
Calmar la ANSIEDAD y la ansiedad – Meditación de atención plena
Significa ser capaz de centrar la atención en la meditación en sí, para luego pasar a la segunda etapa y desarrollar una visión clara sobre las sensaciones y los fenómenos corporales que llaman a la mente, observándolos momento a momento, instante a instante. Sin aferrarse a nada.
La práctica consiste en sentarse en un cojín colocado en el suelo, con las piernas cruzadas y la columna vertebral erguida. Como alternativa, si no nos sentimos capaces de apoyar las nalgas en el suelo, podemos utilizar una silla, pero la espalda no debe estar apoyada. Así, aunque la posición nos resulte algo incómoda al principio, no tenemos que ayudarnos de ninguna manera para mantener la espalda erguida mediante un soporte, ni siquiera el respaldo de la silla. Hacemos como si no existiera y nos dejamos llevar, tratando de evitar pensar en la probable incomodidad de no estar acostumbrados a tener algo que sostenga nuestro torso.
Ahora, al ser capaces de poner nuestra atención y concentración completa en la respiración, podemos empezar a sentir otras percepciones a las que antes no prestábamos atención: sonidos, sensaciones dentro de nuestro cuerpo, emociones, etc. Sólo hay que notar cómo estos fenómenos emergen en el campo de la conciencia y entonces volver a tomar el control sobre nuestra respiración.