¿Qué debo hacer para levantar mi autoestima?
Prueba de autoestima
Nuestra autoestima se crea en la infancia, especialmente durante los primeros seis años de vida, a través de nuestras relaciones primarias (por ejemplo, con los padres). Para desarrollarse adecuadamente, necesita un lugar protegido como la familia, que suele hacernos sentir queridos y cuidados.
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Como en una especie de “efecto dominó”, si los demás nos creen proactivos y seguros de nosotros mismos, empezaremos a serlo también. Incluso una breve sesión de entrenamiento de 10 minutos una o dos veces al día tiene grandes beneficios en la autoestima.
Para mejorar la autoestima, empieza por hacerte algunas preguntas sencillas sobre lo que quieres conseguir: “¿Qué es lo que realmente quiero?”, “¿En quién quiero convertirme?”, “¿Qué tengo que hacer para conseguir ese objetivo concreto?”.
El escritor Mel Robbins en su libro ‘La regla de los 5 segundos’ afirma que sólo se necesitan cinco segundos para tomar una decisión que tiene el poder de ‘desbloquear’ la mente en momentos de duda, incertidumbre, ansiedad, miedo y empujarnos a actuar, haciendo lo correcto en cualquier situación.
Fomentar la autoestima: ejercicios
Todos pasamos por altibajos, periodos en los que nuestra autoestima cae en picado: una decepción laboral, una relación amorosa que se acaba, una amistad traicionada, la sensación de no poder alcanzar nuestros objetivos vitales o no tener suficiente suerte.
La autoestima se forma con las experiencias exitosas, con los pequeños grandes retos superados, con la palmadita en la espalda de tu amigo que te dice que lo has hecho bien. El nivel de autoestima tiene mucho que ver con la relación que el niño tiene con sus padres, con el apoyo que recibe de ellos y no con los juicios y reproches.
Enumera en una hoja de papel lo que has conseguido en la vida y que tiene valor para ti. Por ejemplo: su carrera laboral, su carrera como estudiante, sus logros personales y familiares, ser padre o madre, hacer voluntariado, un doctorado et cet. Todo lo que has conseguido que tenga valor para ti.
Enumera un poco tus miedos, esas pequeñas y grandes timideces que te impiden hacer algo, como comer solo en un restaurante, hablar con desconocidos, tomar la iniciativa en el trabajo, abrirte y confiar. Los ejemplos son muchos.
Reforzar la autoestima femenina
Tienes razón cuando señalas que la autoestima no debe convertirnos en fanáticos. Creo que tener autoestima significa valorarnos en su justa medida, ser plenamente conscientes de nuestros puntos fuertes y de nuestras limitaciones, sin exaltarnos demasiado ni mortificarnos, pero trabajando diariamente para ser mejores.
Confieso que a mí la palabra autoestima me produce urticaria, porque me hace pensar en una cierta actitud, un poco de los 90, por la que parecía que para sentirse bien y conseguir los objetivos había que pretender ser un Superman en mallas. O soplones, como bien ha señalado otra persona.
La autoestima tuvo su momento de gloria en los años 90 y para variar en la formación de redes de venta. Desde entonces ha sufrido un “spupping” total. Es una pena, porque si se profundiza en los estudios que se han realizado sobre la autoestima, por ejemplo los del profesor Diener o el doctor Branden, se encuentran elementos realmente interesantes para quien quiera emprender un camino de crecimiento personal.
Ejercicios de autoestima psicoterapia
La autoconciencia, la confianza en uno mismo y la autoaceptación (o amor propio) suelen considerarse lo mismo que la autoestima, aunque cada uno de estos conceptos abarca aspectos y matices diferentes de la autopercepción. Si quieres aumentar tu autoestima, tendrás que trabajar todos estos puntos juntos.
Te presentamos una serie de hábitos que, día a día, te ayudarán a aumentar tu autoestima a largo plazo, a incrementar tu satisfacción personal y a aumentar tu éxito.