¿Cómo saber tu nivel de autoestima?
La baja autoestima se achaca a los padres
La devaluación, en cambio, se refiere al estado en el que un individuo nunca se siente igual y siente que es constantemente inadecuado cuando se enfrenta a las tareas. Por eso, la persona que se desvaloriza experimenta cada fracaso a nivel personal, ya que sólo se atribuye a sí misma sus propios fracasos.
Contenidos
Intenta ser comprensivo contigo mismo, como lo harías con un amigo tuyo, porque la conciencia de nosotros y lo que pensamos de nuestra persona también proviene del lenguaje que utilizamos para describirnos, desde las palabras que pronunciamos hasta nuestro comportamiento.
Artículos relacionados16 de julio de 2022Cómo defenderse del maltrato psicológico y emocionalLeer más3 de julio de 2022Aumentar la autoestima con un sencillo ejercicioLeer más25 de junio de 2022Foco de control interno y externoLeer más
Baja autoestima: síntomas
Todos pasamos por altibajos, periodos en los que nuestra autoestima cae en picado: una decepción laboral, una relación amorosa que se acaba, una amistad traicionada, la sensación de no poder alcanzar nuestros objetivos vitales o no tener suficiente suerte.
La autoestima se forma con las experiencias exitosas, con los pequeños grandes retos superados, con la palmadita en la espalda de tu amigo que te dice que lo has hecho bien. El nivel de autoestima tiene mucho que ver con la relación que el niño tiene con sus padres, con el apoyo que recibe de ellos y no con los juicios y reproches.
Enumera en una hoja de papel lo que has conseguido en la vida y que tiene valor para ti. Por ejemplo: su carrera laboral, su carrera como estudiante, sus logros personales y familiares, ser padre o madre, hacer voluntariado, un doctorado et cet. Todo lo que has conseguido que tenga valor para ti.
Enumera un poco tus miedos, esas pequeñas y grandes timideces que te impiden hacer algo, como comer solo en un restaurante, hablar con desconocidos, tomar la iniciativa en el trabajo, abrirte y confiar. Los ejemplos son muchos.
Baja autoestima y depresión
Además de la grave carencia de vitaminas A, B, C, D y F en el cerebro de mi interlocutor, destacaba su necesidad de “aferrarse” a curiosas y creativas justificaciones morales para darse a sí mismo el lujo de estar “siempre encendido”, de tener el control de su vida, de estar preparado para que se lo lleve el viento, para caer siempre de pie.
Mi fracaso profesional me llevó y me lleva a tener una baja autoestima e inevitablemente me lleva a estar resentida con todas las mujeres que en cambio han conseguido “triunfar”. Tener un buen aspecto ayuda mucho, pero no del todo.
De hecho, tener una voz firme y convencida puede tener algunos aspectos positivos. En cuanto al punto 2, por otro lado, creo que es importante, pero sinceramente no sé cómo podemos “arreglar” la imagen ganadora que tenemos de nosotros mismos.
En el contexto en el que has incluido el mensaje, es decir, el de la autoestima, estoy totalmente de acuerdo en que el cuidado de la apariencia juega un papel importante, aunque secundario en comparación con muchos otros.
Aspecto físico de baja autoestima
Nuestra autoestima se crea en la infancia, especialmente durante los primeros seis años de vida, a través de nuestras relaciones primarias (por ejemplo, con los padres). Para desarrollarse adecuadamente, necesita un lugar protegido como la familia, que suele hacernos sentir queridos y cuidados.
Como en una especie de “efecto dominó”, si los demás nos creen proactivos y seguros de nosotros mismos, empezaremos a serlo también. Incluso una breve sesión de entrenamiento de 10 minutos una o dos veces al día tiene grandes beneficios en la autoestima.
Para mejorar la autoestima, empieza por hacerte algunas preguntas sencillas sobre lo que quieres conseguir: “¿Qué es lo que realmente quiero?”, “¿En quién quiero convertirme?”, “¿Qué tengo que hacer para conseguir ese objetivo concreto?”.
El escritor Mel Robbins en su libro “La regla de los 5 segundos” afirma que sólo se necesitan 5 segundos para tomar una decisión que tiene el poder de “desbloquear” la mente en momentos de duda, incertidumbre, ansiedad, miedo y empujarnos a actuar, haciendo lo correcto en cualquier situación.