¿Cómo dejar de mendigar amor a un hombre?

La atención no es necesaria

Cuando nace un amor, su curso, su aceleración o sus diversos contratiempos o posibles defunciones no pueden separarse de la historia afectiva y emocional de ambos protagonistas de la pareja.

Un desamor original trae consigo, como un efecto dominó, una serie de otras muchas carencias y vacíos que inevitablemente desembocarán, como el curso de un río, en la relación de pareja, un mar de navegación compartida.

Lagunas que caracterizan las primeras experiencias amorosas infelices en la infancia, experiencias que luego condicionaron -e influyeron profundamente- las posteriores relaciones de amistad y románticas, creando una “memoria corporal del no amor” y del sufrimiento.

Para poder disfrutar plenamente de los placeres de la vida en pareja, resulta absolutamente imprescindible haber conocido, combatido y superado los propios monstruos interiores o, al menos, haberlos enfocado y haber hecho las paces con ellos.

La psicoterapia individual o la terapia de pareja, a evaluar caso por caso, es el único camino posible de alimentación psíquica y relacional para sanar y alimentar el pasado y convertirse por fin para uno mismo en esa “madre y padre amorosos” que le faltaban cuando debía estar presente.

Necesidad de afecto y atención

Los que te hacen sentir invisible e insignificante con su indiferencia no te merecen. Te mereces a alguien que esté presente, no sólo con palabras sino con atención… ¡alguien que te haga sentir importante!

Por lo tanto, si vives una situación de injusticia emocional, recuerda: no llames a quien no responde a tus llamadas; no escribas y no te sometas a la indiferencia que muestran los mensajes ignorados o los silencios injustificados; no busques a quien no parece echarte de menos; no esperes a quien no te valora y deja de suplicar y suplicar amor.

Quiérete y valórate por todo lo que eres y no por lo que alguien, que no te merece, te haga creer. Tienes que respetarte y quererte a ti misma y recordar que si alguien te descuida o no te aprecia, no significa que otra persona no pueda quererte por lo que eres… haz lo posible por rodearte de gente que te quiera en su vida, que te valore. Tu valor existe y tienes que reconocerlo y expresarlo a los demás sin esperar nada a cambio.

Limosna sinónimo

No te quedas con una persona porque está sola en el mundo… ¿y qué significa que estés solo en el mundo? (Creo que cuando hay problemas tan profundos en la pareja, si no sois capaces de ayudaros a vosotros mismos y al otro, es necesario y justo y oportuno admitirse a uno mismo y a su pareja que necesita ayuda y buscar a alguien fuera de la pareja que pueda escuchar objetivamente y estimular la confrontación… Mientras tanto, un abrazo…

A veces me pregunto si sólo depende del hecho de que los hombres están acostumbrados a expresar menos sus sentimientos. A veces le digo a mi marido que “la lluvia lo moja y el viento lo seca”, parece que nada lo sacude, y sin embargo sé que a su manera me quiere.

(damabianca @ 16 Ene 2006 – 23:47)tal vez no es suficiente yo también puse por la forma en que toca su pielpero mi esposa me está diciendo que no entiendo a las mujeres todo bien, entonces no sé de lo que puede decir: ¿tiene que confiar?

No persigas a un hombre

Sujeto difícilmente identificable por el camaleonismo que caracteriza su forma de actuar (1), tiene como objetivo el sometimiento y la aniquilación psicológica de sus víctimas, mujeres u hombres, a los que elige cuidadosamente para inducirlos, mediante el uso de mentiras, subterfugios y engaños, a consentir.

Seductores y llenos de atención en la fase inicial de la relación, los manipuladores relacionales usan diferentes máscaras para atraer a su red a las presas que deciden acosar y crear dependencia usando las palancas emocionales de la culpa y el miedo.

Rara vez responden a los estereotipos ordinarios del imaginario colectivo que quieren que el maltratador sea ignorante, feo, grosero y vulgar. Los manipuladores relacionales son extremadamente taimados y se esconden detrás de personas que suelen ser guapas, educadas, amables e incluso de clase social alta.

Después de haber seducido y capturado a su presa, habiendo obtenido su dependencia emocional, los manipuladores relacionales revelan su verdadera naturaleza iniciando el maltrato, la humillación y el envilecimiento mediante el uso de su arma favorita: la comunicación agresiva, ambigua y desestabilizadora o el silencio.