¿Cómo se siente ayudar a alguien?

Cómo ayudar a una persona deprimida

La persona deprimida rumia constantemente pensamientos trágicos. “Siempre me siento sola y abandonada. Me siento derrotado por la vida e incapaz de disfrutarla. No espero nada bueno de los demás. Por el contrario, no confío en la gente. Los demás sólo pueden tener prejuicios contra una persona como yo. Nunca me aceptarán. La vida, para mí, no tiene sentido”.

El Salvador procede con algunos movimientos destinados a salvar a la víctima, pero ésta generalmente no se salva. En otras palabras, la persona deprimida, a pesar de los esfuerzos del Salvador en su favor de mil y una maneras, no mejora, no vuelve a utilizar sus recursos psicofísicos, no se activa y sigue sufriendo la depresión.

O el “juego psicológico” puede dar otro giro: la persona deprimida (Víctima), al sentirse asfixiada por las atenciones y expectativas de la persona “sana” (Salvador), se cambia a sí misma a la posición de Perseguidor. Y el Salvador pasa a la posición de Víctima.

Ayudar a alguien con dificultades

Según los psicólogos, este tipo de insatisfacción se basa en la idea errónea de que se puede ser perfecto y en una profunda inseguridad. Básicamente, las personas que la padecen buscan el aprecio y la aprobación de los demás. Tienden a minimizar sus logros para justificar su descontento y, si no se les trata, corren el riesgo de pasarse la vida amargados.

Las personas que se quejan mucho son, por definición, personas que nunca están satisfechas y siempre tienden a ver el lado negativo de las cosas. Incluso cuando consiguen un objetivo, las personas que se quejan constantemente siempre ven un “pero” o sienten que las cosas podrían haber ido en otra dirección.

Puede ser el caso de una relación disfuncional, un trabajo que no nos gusta, una carrera que no nos llena, etc. En este caso, la insatisfacción actúa como estímulo y motivación para el cambio, para empujarnos a buscar lo que realmente son nuestras pasiones y las cosas que nos hacen sentir bien.

Ayudar a otras sentencias

Un estudio reciente ha tratado de arrojar luz sobre una cuestión muy importante: ¿ayudar a los demás es bueno o malo para nosotros? No me refiero a ayudar a una persona a cruzar la calle o hacer actos de bondad, esas cosas nos hacen bien.

Para mí, cualquiera que se proponga estudiar un poco de psicología para mejorar y entender a los demás sólo merece un aplauso. Sin embargo, es un tema resbaladizo, joven y caprichoso que hay que abordar con las medidas adecuadas.

Así que ayuda a confirmar lo que uno sabe ingenuamente, pero sólo hasta cierto punto también porque la gente no sabe cuánto puede doler no estar preparado. Los únicos que lo saben son los que han pasado por ello a fondo y mis colegas.

Si me sigues, me habrás oído contar la historia del “vaso de agua” cientos de veces, me lo ahorro y voy a ir directamente al grano: no importa si te gusta algo ahora, importa si puedes soportarlo en el tiempo.

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¿Cómo se siente ayudar a alguien? 2021

Ante la experiencia del dolor psicológico, la mente nos lleva a divagar por los pensamientos en busca de una solución, pero a veces esto es inútil para cambiar las cosas, e incluso puede empeorarlas. De hecho, nuestra mente suele adoptar un estilo de pensamiento llamado “circular”. Los pensamientos se persiguen unos a otros sin llevarnos a ninguna solución concreta.

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