¿Cómo me pueden leer las cartas?

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La carta formal se utiliza en los casos en los que no hay confianza entre el escritor y el lector, especialmente cuando se quiere comunicar con una administración pública, un director de escuela o un profesional. Algunos ejemplos de destinatarios:

Algunos elementos de la carta son específicos de la comunicación formal y administrativa, como las referencias a comunicaciones anteriores. Además, hay elementos opcionales y otros obligatorios. Analicémoslos detenidamente.

¿Quiere establecer una carta que funcione? No utilice jerga especializada -a menos que sea necesaria y se entienda- ni frases excesivamente largas, utilice palabras sencillas y frases cortas, revise el texto para corregir los errores ortográficos y de escritura.

Recuerde marcar el texto e insertar un interlineado sencillo para mejorar el espaciado. Divide el texto en párrafos y frases cortas, sin demasiadas oraciones, paréntesis, adjetivos, adverbios y redundancias. Ayuda al lector a leer bien.

Ha redactado su comunicación comercial, ha establecido una apertura y un desarrollo. Ahora hay que cerrar el texto, por lo que hay que elegir una fórmula que salude a los destinatarios de forma correcta. Pero, ¿cómo se cierra una carta?

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Dicho esto, podemos ponernos a trabajar. A continuación encontrarás una lista de ejemplos de lo que se puede escribir en los sobres y algunas ideas de lo que se puede poner en ellos (pero tú sabrás mejor que nadie lo que le gusta a esa persona).

A partir de este Minicurso, he preparado un folleto de instrucciones con consejos e ideas para escribir, paso a paso, 14 cartas “que se abrirán cuando…”, que puedes utilizar para cualquier ocasión. Allí también encontrarás imágenes de lo que puedes poner en tus cartas. ¡Feliz escritura!

Leer el texto en voz alta

Después de invitar al niño a enunciar una serie de palabras que empiecen por “A”, coge una tarjeta (o cartulina), escribe la mencionada letra “A”, acompañando la imagen con un dibujo centrado en las mismas palabras que el niño acaba de pronunciar.

Básicamente, si el niño acaba de incluir las palabras “Vestido”, “Naranjada” y “Arca” en su pequeña categoría mental vinculada a la letra “A”, por ejemplo, prepare una tarjeta en el momento que asocie el signo gráfico “A” con la representación de un vestido, un vaso de naranjada y un arca, evitando establecer más ejemplos por el momento.

Mostrar a un niño que acaba de pronunciar la palabra “Ardilla” una tarjeta con la letra “S” asociada al sol, por ejemplo, no presenta ningún inconveniente especial, pero requiere un esfuerzo adicional por parte del niño, que ahora debe abstraer nuestra letra de la nueva palabra, después de haberla reconocido y descompuesto.

Una vez aprendidas todas las letras, repite toda la sesión retirando los dibujos de las tarjetas que habías creado, para asegurarte de que el niño es capaz de reconocer las letras del abecedario incluso en ausencia del soporte gráfico que habías creado para facilitarle las cosas.

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Cuántos seres humanos han pasado ignorándose porque no han encontrado tiempo para acostumbrarse el uno al otro; antes de que dos sean infelices juntos, deben haber sido dichosos y tener un santo recuerdo común, que mantenga una sonrisa igual en sus labios y un anhelo igual en sus almas.

Entonces se convierten en niños que han disfrutado juntos de un banquete navideño; cuando encuentran unos minutos para respirar en los largos y pálidos días, se sientan juntos y se cuentan con las mejillas encendidas la noche que brilla con luces y huele a abeto…

Estoy escribiendo algo sobre Thomas Mann para el Contemporáneo en forma de carta sobre lo que significa para mí su actitud de hombre clásico y racional frente a la extrema crisis romántica e irracional de nuestro tiempo. Son temas que vuelven puntualmente en la cultura y el arte contemporáneos como en mi vida: mi relación con Pavese, o la conciencia de la poesía, mi relación contigo, o la conciencia del amor. Quiero escribir sobre nuestro amor, quiero amarte escribiendo, tomarte escribiendo, nada más, estamos realmente drogados: no puedo vivir fuera del círculo mágico de nuestro amor.