¿Qué son los hábitos y como cambiarlos?

Curso online de Cambio de hábitos de vida (10º episodio) por

Un poco como un cruce de ferrocarril: al principio las vías están muy cerca, pero poco a poco se van separando y la elección de adoptar un buen hábito en lugar de uno malo nos lleva en una dirección totalmente diferente.

Había puesto el artículo en un sentido positivo: a veces hay hábitos que deberíamos establecer pero no lo hacemos… siguiendo la anécdota de la rana, ¡podemos conseguir “hervir” nuestros buenos, pero obstinados hábitos!

Si estos pequeños cambios son positivos, pueden llevarnos a metas inimaginables. Al mismo tiempo, como bien has señalado, hay que tener cuidado con esos pequeños cambios negativos que nos arruinan la vida con el tiempo.

Por lo que has escrito veo que eres una persona muy preparada físicamente, ya que eres capaz de saltar y salir corriendo en cuanto las cargas (o más bien descargas) negativas se te echan encima. Ah: ¡¡¡Dudo sin embargo que una rana hervida o frita pueda ser muy rápida!!! Hola. ¡¡¡No lo entiendo!!!

EL PODER DE LOS HÁBITOS resumen y reseña en

Vinculados a situaciones y desencadenados por circunstancias externas, los hábitos son comportamientos que se convierten en totalmente automáticos tras repetirse de forma constante durante un largo periodo de tiempo.

En piloto automático – según James Clear y su libro Hábitos atómicos, (en italiano “Pequeños hábitos para grandes cambios”), tanto los buenos como los malos hábitos se basan en un ciclo neuronal y son el resultado de la combinación de 4 componentes:

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Hemos dicho todo sobre la teoría. Desgraciadamente, no hay buenos hábitos que garanticen la máxima satisfacción con seguridad, pero sí hay rutinas saludables que resultan inestimables para muchas personas. Aquí están nuestros 10 mejores:

Date descansos; no tienes que ser productivo todo el día. Las pausas breves, unas cuantas respiraciones conscientes, 20 minutos de movimiento o una siesta rápida ayudan a sobrellevar las situaciones difíciles.

Los hábitos siempre están vinculados a situaciones concretas y puedes aprovechar este mecanismo haciendo asociaciones de forma consciente: vincula un hábito saludable que te gustaría tener con una situación de tu vida cotidiana.

El poder de los hábitos – Charles Duhigg – Libros para la mente

Estas motivaciones, a menudo fruto de una toma de conciencia repentina, o de un largo proceso de reflexión e introspección, son el motor que desencadena el cambio: pero ¿cuáles son y, sobre todo, dónde pueden encontrarse?

De hecho, según un estudio del European Journal of Social Psychology, que analizó los hábitos de 96 personas durante 12 semanas, se necesitan al menos dos meses para que un hábito se convierta en automático; pero, ¿cuáles son los impulsos que pueden iniciar este proceso? Veámoslos juntos.

Para que desencadenen un cambio, los impulsos internos que nos hacen querer cambiar deben ser realmente fuertes y pueden provenir de sentimientos y emociones tanto positivas como negativas, como la insatisfacción y la frustración

También ocurre cuando nos ponemos a dieta, por ejemplo: descubrir que hemos perdido el primer kilo nos tranquiliza y nos anima a seguir con el programa de dieta y ejercicio que estamos siguiendo.

Hábitos: cómo funcionan y cómo podemos cambiarlos

Así lo demuestran las exploraciones que se realizan en los experimentos con resonancia magnética funcional. Por ejemplo, al final de una psicoterapia exitosa, que enseña precisamente cómo anular los patrones de pensamiento negativos, se puede observar que las vías neuronales interrumpidas se reúnen con nuevas sinapsis o que se crean vías alternativas.

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– específico, en el sentido de que el objetivo debe ser muy concreto, como reducir el azúcar, añadir dos raciones de verduras a la dieta diaria y caminar a paso ligero durante treinta minutos al día (no se trata de hacer una dieta genérica o de moverse);

En general, muchas rutinas deben reducirse al mínimo necesario. Comienzan como algo bueno, porque proporcionan alivio, y luego se convierten en grilletes. Fijarse en un tipo de desayuno, por ejemplo, y tomar sólo leche y galletas todo el tiempo. Llegar a casa y sentarse frente al televisor. Etcétera.

Si empezamos a asistir a una escuela de baile y tenemos que memorizar pasos, construimos patrones de señales eléctricas y químicas que viajan entre las células nerviosas. Si decidimos hablar otro idioma, si experimentamos en la cocina con diferentes recetas, si cambiamos nuestra ruta al trabajo.

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