¿Por qué la alquimia no es una ciencia y la química sí?

Significado de la alquimia en el amor

Además de ser una disciplina física y química, la alquimia implicaba una experiencia de crecimiento o, más bien, un proceso de liberación espiritual del operador. Desde esta perspectiva, la ciencia de la alquimia pasó a representar un conocimiento metafísico y filosófico, adquiriendo connotaciones místicas y soteriológicas, en el sentido de que los procesos y símbolos alquímicos, además de su significado material, relativo a la transformación física, poseían un significado interior, relativo al desarrollo espiritual[2].

La ciencia de la alquimia también evolucionó considerablemente a lo largo del tiempo, comenzando casi como un apéndice metalúrgico-medicinal de la religión, madurando en un rico cuerpo de estudios, transformándose en misticismo y finalmente proporcionando algunos de los conocimientos empíricos fundamentales en la química y la medicina modernas.

Otros alquimistas eminentes del mundo occidental fueron Roger Bacon[6], Parmigianino[7], Thomas Browne[8] y, no menos importante, Cagliostro[9]. Santo Tomás de Aquino[10] y Giordano Bruno[11] también se interesaron por la alquimia.

Etimología de la alquimia

Otra etimología relaciona la palabra con al-kemi, que se dice que deriva de Kemet, término utilizado por los antiguos egipcios en su lengua para indicar el color del suelo en el que vivían, es decir, “tierra negra”, y que más tarde pasó a significar “arte egipcio”, ya que se les consideraba poderosos magos en todo el mundo antiguo[3] La palabra también puede derivar de kim-iya, un término chino que significa “jugo para hacer oro”[4].

Además de ser una disciplina física y química, la alquimia implicaba una experiencia de crecimiento o más bien un proceso de liberación espiritual del practicante. Desde esta perspectiva, la ciencia de la alquimia pasó a representar un conocimiento metafísico y filosófico, adquiriendo connotaciones místicas y soteriológicas, en el sentido de que los procesos y símbolos alquímicos, además de su significado material, relativo a la transformación física, poseían un significado interior, relativo al desarrollo espiritual[5].

La ciencia de la alquimia también evolucionó considerablemente a lo largo del tiempo, comenzando casi como un apéndice metalúrgico-medicinal de la religión, madurando en un rico cuerpo de estudios, transformándose en una ciencia sapiencial y, finalmente, proporcionando algunos de los conocimientos empíricos fundamentales en la química y la medicina modernas, lo que, sin embargo, también se ha interpretado como una forma de su decadencia.

Símbolos alquímicos

Como escribe Jung en Psicología y Alquimia, los fundamentos de la alquimia residen en el trabajo de transformación de la materia: el Opus Alchemicum. Se trata de un procedimiento en los orígenes de la química moderna, impregnado de un sistema filosófico transmitido hasta nuestros días a través de lo que podría describirse como una producción artístico-literaria heterogénea. Estos experimentos nunca fueron un fin en sí mismos, sino que iban acompañados de un vocabulario denso y muy rico que incluía fórmulas y símbolos mitológicos.

Lejos de la época del cazador, los seres humanos eran agricultores y también herreros. Creía que los minerales y los metales crecían como una fruta dentro de la Tierra. El minero los extrajo prematuramente de su vientre como una comadrona que da a luz a embriones. Su proceso natural de maduración fue interrumpido para ser acelerado por los guardianes del fuego.

La alquimia hoy

Escuela ocultista occidental que se originó a partir de los movimientos teosóficos de finales del siglo XIX y continuó, fragmentándose en varias otras corrientes, durante gran parte del siglo XX. De origen predominantemente anglosajón, estas escuelas dieron lugar en Europa a diversos movimientos mágico-ocultistas (Aurora Dorada, OTO, escuela telemita, etc.), y algunas de ellas penetraron también en Italia, influyendo en autores como G. Kremmerz y otros que dieron lugar a diversos movimientos herméticos. Según esta corriente de pensamiento, la alquimia es esencialmente

Magia sexual tradicionalmente velada en un arcaico simbolismo químico. Por lo tanto, las operaciones descritas son el resultado de procesos corporales y no de un sistema de investigación de la Naturaleza.Este concepto deriva de un

Los partidarios de este tipo de pensamiento suelen carecer de cualquier conocimiento y/o noción, incluso superficial, sobre el problema. Obviamente, tanto el origen de tales interpretaciones como su contextualización no merecen mayor investigación, ya que suelen ser el resultado de un sistema carente de valor intrínseco.