¿Por que creemos que somos libres?

Asertividad: ¿por qué no puedo decir lo que pienso?

“Creemos que somos libres porque podemos embadurnar nuestras paredes virtuales con palabras sin que nadie nos amordace la boca, porque podemos manifestarnos, votar, trabajar, tener hijos, comer ramen en el Navigli e ir de compras compulsivas desde el salón de nuestra casa. Creemos que nos sentimos realizados porque somos personas ocupadas que no conocen el tiempo de inactividad, porque tenemos todo lo que nos enseñaron a querer dentro de nuestros pisos y cuando miramos a nuestro alrededor reconocemos nuestras vidas reflejadas en las de nuestros compañeros. Nos sentimos realizados no porque seamos felices, sino porque hacemos lo que todo el mundo hace. Porque somos “normales”. “(De mi libro “El mal hábito de ser infeliz”)

Hola Rocco, gracias por considerar la lectura de mi nuevo libro, un texto ideal para quienes tienen sed de introspección y desean tomar conciencia de ciertos aspectos de sí mismos y de su vida. Mis reflexiones son sólo pequeños mensajes embotellados lanzados al mar de la inconsciencia, con la esperanza de que puedan decir algo a alguien. Un abrazo

Oliviero Toscani: “La verdadera riqueza es la capacidad de ser libre

¿Quién eres sin ese coche? ¿Quién eres sin ese título? ¿Quién eres sin la relación a la que te aferraste con todas tus fuerzas? ¿Quién eres tú sin esa mezcla de creencias e ideales que alguien te untó?

Habiendo dicho que todo acontecimiento externo tiene una impronta energética neutra y que somos nosotros los que damos sentido a la experiencia que tenemos de él, tomemos un bonito ejemplo: “quédate en casa”, que ahora ha entrado en nuestros oídos, en nuestros ojos, en nuestra mente, en todas partes.

ansiedad, tristeza, pánico, aislamiento y falta de confrontación y confort. Y también la depresión, el abatimiento, la desconfianza, la falta de vitamina D, el desempleo repentino o prolongado. Pena y desesperación.

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Pensiero di Libertà – Piero Pelù – (1994)

“Se puede, en efecto, pensar honestamente -señala el autor- que detrás de los acontecimientos que afectan a nuestra vida hay una voluntad explícita de Dios sólo a condición de que no excluyamos esta voluntad divina incluso cuando se trata de catástrofes, desastres, accidentes, enfermedades mortales. En efecto, no es honesto hablar de providencia cuando se trata de acontecimientos positivos, y de libertad cuando se trata de acontecimientos negativos. La providencia, el gobierno divino, la misión, la vocación, o están siempre o no están nunca. Lo mismo ocurre con la libertad de la naturaleza y de los seres humanos: o está siempre o no está nunca. No es coherente defender el gobierno divino y luego hablar de la libertad de la naturaleza y del ser humano cuando las cuentas no cuadran. Es el gobierno divino o la libertad”.

21. tenemos demasiadas ataduras que nos impiden ser libres

Reconocer los estados mentales de los que somos prisioneros nos ayuda a darnos cuenta de que podemos hacer algo para liberarnos de ellos. Dos estados en particular son responsables de nuestro sufrimiento: el deseo y la ira.

Sin querer entrar en materia, lo que requeriría todo un artículo, podemos reconocer cómo aunque estemos convencidos de tener razón, nuestra ira no perjudica a la persona o situación hacia la que la sentimos sino a nosotros mismos. La ira nos encadena, impidiéndonos ser libres y felices.