¿Cómo se reencarnan las almas?
Reencarnación en la misma familia
En aras de la claridad, he clasificado el desarrollo del alma partiendo de un nivel I inicial que, a través de diversas etapas de aprendizaje, alcanza el nivel VI más elevado. Estas almas muy avanzadas tienen un color índigo intenso. Estoy seguro de que este nivel existe, aunque mis conocimientos son limitados, porque sólo me hablan de él personas que aún están encarnadas. Personalmente, no me gusta identificar la posición de un alma con el término “nivel”, porque esta etiqueta arroja confusión sobre la diferencia de desarrollo alcanzada en etapas específicas. Sin embargo, son los propios sujetos los que lo utilizan para describir su grado de progreso y son bastante reservados con lo que han conseguido. Independientemente de mi apreciación, los clientes no suelen pretender ser almas avanzadas. Fuera del estado hipnótico, con la mente consciente autogratificante en pleno control, son menos reticentes.
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Tras el bestseller mundial “El viaje de las almas”, que despertó espiritualmente a muchos lectores, Michael Newton vuelve con un nuevo libro esclarecedor: “El destino de las almas”. En este nuevo libro, el autor profundiza en el tema de la hipnoterapia regresiva…
Cómo el alma elige el cuerpo
El descenso a la Tierra, como lo expresa Vianna Stibal de Theta Healing, comienza desde el Quinto Plano de Existencia, donde formamos parte de una familia de almas y sabemos que a los miembros de este clan les gusta reunirse en el Tercer Plano para compartir el viaje y apoyarse mutuamente.
Para descender al plano de la Tierra, necesitamos una puerta que nos lleve exactamente a donde hemos elegido estar. Esta puerta especial adopta la forma de la elección de una familia de aterrizaje terrestre, basada en los criterios explicados anteriormente.
Todas las técnicas contenidas en este sitio consisten en interpretar el estado energético y global de la persona. No implican evaluaciones de diagnóstico médico, ni constituyen un tratamiento o terapia médica. Son un apoyo a la colaboración y no pretenden en ningún caso sustituir la acción del médico tratante.
Pruebas científicas de la reencarnación
Los griegos tenían el mito de que, antes de la reencarnación, las almas bebían de las aguas del río Lete y lo olvidaban todo. El mismo río es mencionado posteriormente por el poeta romano Virgilio en su obra latina “La Eneida”. : “Almas que por el destino deben buscar otro cuerpo, beben aguas seguras y de largo olvido sobre la ola del río Lete”.
Sólo tengo 15 años pero recuerdo bien las vidas pasadas, las veo en sueños siento esas sensaciones a veces cuando veo a alguien en el cine o escucho en las noticias que alguien muere no me afecta pk sé exactamente lo que significa matar a alguien. Participé en las cruzadas a Jerusalén viajando por tierra santa, participé en luchas en el oeste como sheriff y recuerdo bien las guerras mundiales.
No recuerdo nada del viaje y es como si estuviera igual con el cuerpo dilatado. He pasado todo mi tiempo reparando lo que otros han roto. Estoy en perpetuo silencio aburrido y harto de la nada en la que nos hemos convertido. Sin culpa y difícil de aceptar y llevar adelante. El cansancio y el aburrimiento se apoderan de un camino que no libera más que la muerte humana. Una máquina que para mí no tiene salidas. Hola
Después de cuántos días el alma deja el cuerpo
La reencarnación en la filosofía occidental se conoce con el término metempsicosis (del griego antiguo μετεμψύχωσις metempsicosis, “paso de las almas”) que significa la transmigración del alma o espíritu vital tras la muerte a otro cuerpo de un ser humano, animal o vegetal.
En el orfismo[Nota 2] y en la escuela pitagórica, la metempsicosis estaba ligada a su cosmología, ya que sostenían que se producía cíclicamente al finalizar el curso astronómico del universo.
Sin embargo, entre los opositores a la doctrina de la reencarnación estaba Tertuliano. De hecho, la disputa terminó con la condena final de la reencarnación en el sínodo de Constantinopla en 553. Por orden del emperador Justiniano, que se consideraba jefe supremo de la Iglesia de Oriente, la doctrina de Orígenes fue condenada con nueve anatemas por el patriarca Menas. El primero de ellos decía:
Con el Renacimiento, las doctrinas platónicas de la reencarnación volvieron a estar de moda, especialmente en Giorgio Gemisto Pletone, Marsilio Ficino y Giordano Bruno, junto con las corrientes esotéricas de la alquimia. De nuevo en el Romanticismo la reencarnación fue defendida por Arthur Schopenhauer,[Nota 5] y Giuseppe Mazzini[34].
