¿Qué es ser egoísta con tu pareja?

Amante egoísta

Cuando dos personas se conocen, cada una trae consigo su propia historia personal, compuesta por experiencias tanto negativas como positivas, condicionamientos familiares y pensamientos limitantes que van creando un determinado tipo de relación.

La persona libre sabe expresarse libremente sin temor a ser juzgada por el otro, sabe que el trabajo de cambio se hace para uno mismo y no para complacer al otro, sabe poner en juego todo su ser sin utilizar máscaras.

Se trata de una fase muy delicada en la que el espacio alternativo que se busca es sólo para cultivar los propios intereses y aliviar el estrés acumulado para dar al otro sólo la mejor parte de uno mismo.

Desgraciadamente, esta petición es percibida a veces por uno de los miembros de la pareja como un abandono, como una falta de voluntad de estar juntos y como un rechazo. Al final, la persona acaba sintiéndose herida, amargada y sin amor.

Controlar a la otra persona, a la larga, hace que en algún momento se dude de que la otra persona le quiera y quiera seguir estando juntos. Cuando todo carece de espacio, se pierde también el valor de elegir, de arriesgarse, de ser libre del otro y de las decisiones del otro.

Soy una prueba egoísta

Por lo tanto, es necesario actuar de manera que se evite el desarrollo de dinámicas negativas que conduzcan a una crisis de pareja.  En la mayoría de los casos, no son los grandes cataclismos los que hacen que la pasión se marchite, sino los pequeños malos hábitos. Por ejemplo:

Querer tener siempre la razón o exigir que se atiendan siempre las propias necesidades, descartando la posibilidad de compromiso y despreocupándose de las necesidades de la pareja: el clásico “hacemos lo que yo digo”. Cuando el egoísmo acaba prevaleciendo sobre los planes comunes, los socava en los cimientos y la pareja se derrumba.

La rutina existe, pero a menudo no se hace lo suficiente para contrarrestarla. ¿Por qué? Por pereza. Con el tiempo, se tiende a desarrollar una actitud perezosa que lleva a dar por sentado a las personas y a los sentimientos, pensando que no es necesario ni hay tiempo para hacer ese gesto romántico, para seducir, para tener una atención especial o para sacar un espacio para estar juntos… Pero el amor no acepta la indiferencia.

A veces hacemos la vista gorda ante actitudes y comportamientos de la pareja que nos molestan o hieren. Pero si no abordas el tema por miedo a una pelea, te arriesgas a explotar como una olla a presión, causando más daño.

Reconocer a un egoísta

Volviendo a tu caso, en tu vida siempre has tratado de satisfacer la necesidad de ser comprendido y escuchado (incluso de niño nunca fuiste escuchado, las cosas que decías y pensabas no eran consideradas o eran erróneas a priori).

El bien que creemos haber generado frente al mal causado por el otro es igual al bien que el otro cree haber generado frente al mal que le hemos causado: puntos de vista iguales pero sólo en un plano puramente subjetivo. Es necesario progresar individualmente para crecer y mantener la relación.

Sinónimo de persona egoísta

Como se puede deducir de lo dicho, estamos en presencia de una verdadera violencia psicológica, de hecho con el término gaslighting nos referimos precisamente a un conjunto de comportamientos actuados por un manipulador, el gaslighter hacia una persona, su víctima, con el objetivo de hacerla perder la confianza en sí misma.

Lectura complementaria: Mujeres que aman demasiado: características psicológicas y salidasUna vez reconocido, busca una salida de la relación y, si es necesario, acude a un psicoterapeuta profesional para que te ayude a reconstruir tu autoestima y tu confianza en ti misma, que, muy probablemente, se han perdido.

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