¿Cómo motivar a una persona para que estudie?

Cómo motivar para la educación superior

Tener pequeños hitos que alcanzar durante el estudio permite a tus hijos comprender mejor el trabajo que están realizando y tomar el control de la situación, siempre con vistas a que sean autónomos e independientes.

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Frases de estudio de motivación

Avisa a tus amigos y familiares de que te espera una intensa sesión de estudio y, por tanto, evita enviarte mensajes de texto si no es urgente. y recuerda: ¡no a las redes sociales! Si es necesario, apague su teléfono móvil o retírelo de su puesto de estudio.

Si no lo necesitas para asuntos de estudio, apaga la caja mágica que puede chupar toda tu concentración. A menudo ocurre que dices “voy a revisar rápidamente mis correos” o “voy a leer este post y cerrar todo” y acabas perdiendo una hora entera.

Establezca objetivos concretos y alcanzables, no generales y abstractos. No diga: “Tengo que llegar a ser bueno en fisiopatología general”, sino que proceda con un objetivo a la vez, como aprender un determinado protocolo de salud o saber cómo realizar un procedimiento específico.

Cómo ayudar a un niño a estudiar

Ciertamente, podemos ser la figura clave en la motivación de un alumno, pero no podemos inculcarla, sino verla crecer en él, si acaso, gracias, TAMBIÉN, a nosotros y a nuestro trabajo, a nuestra forma de relacionarnos.

Desgraciadamente, los resultados insatisfactorios conducen al círculo vicioso de la desvinculación, incluso y sobre todo ante las malas evaluaciones de los profesores que, en la intención quizás, pretenden ser un acicate, pero que casi nunca lo son.

Por eso, parte de la motivación para estudiar, depende sin duda de la satisfacción que tengamos con nuestros resultados. Y por eso, al trabajar en los resultados, trabajamos indirectamente en el origen, es decir, en la motivación.

Por eso, trabajar el método, las estrategias concretas de estudio, marca la diferencia. Es difícil al principio, encontramos resistencia como padres, pero una vez que se pone en marcha el mecanismo, el círculo pasa de vicioso a virtuoso.

Y por último, como padres, ¿qué más podemos hacer, qué actitud podemos adoptar para que nuestros hijos no vean el estudio como una imposición, o una obligación, sino como una OPORTUNIDAD?

He perdido las ganas de estudiar en la universidad

La pereza nos impide realizar tareas importantes y puede dificultar nuestros estudios, sobre todo si se convierte en un hábito y pasa a formar parte de nuestra forma mentis.    Pero no te preocupes: como todos los malos hábitos, la falta de ganas de estudiar y la procrastinación pueden combatirse eficazmente.

¿Cómo motivarse para estudiar? La falta de motivación, el escaso sentido de la urgencia y el miedo a salir de la zona de confort son los tres factores que alimentan la pereza hacia el estudio. Por lo tanto, vamos a ver cómo hacer que la gente quiera estudiar frenando estos obstáculos y tomando las riendas de la situación.