¿Cómo influye el inconsciente en la personalidad?
Qué papel juega el inconsciente según Freud
En cuanto al inconsciente, Jung no cree que sea un mero depósito de experiencias infantiles reprimidas, sino también el lugar de un psiquismo objetivo vinculado al desarrollo filogenético de la especie humana y caracterizado por imágenes arquetípicas y colectivas (que poseen todos los hombres) que expresan contenidos relativos al hombre no como individuo sino como miembro de la especie humana.
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Estas estructuras son el resultado de las modificaciones progresivas del cerebro humano que se produjeron durante el desarrollo filogenético: la teoría evolutiva se extiende a la esfera psíquica en forma de categorías innatas de la mente mediante las cuales se organizan las imágenes tomadas del entorno.
Desde nuestro punto de vista, los arquetipos pueden considerarse “estructuras estructurantes” que se habrían formado en respuesta a necesidades humanas fundamentales, necesidades comunes a todos los humanos, de modo que cada arquetipo podría generarse a partir de una necesidad fundamental.
Es muy doloroso reconocer las tendencias negativas en uno mismo, los aspectos reprobables (para la conciencia colectiva y el superego) y se necesita mucha fuerza y valor para procesar conscientemente los aspectos oscuros de la Sombra.
El inconsciente colectivo
“Es un aburrimiento (alegría) para mí recordar los méritos de mi estimado predecesor” [Freud en Psicopatología de la vida cotidiana, ilustrando el lapsus de un profesor en su conferencia inaugural].
Los otros aspectos diferenciadores de la psicología analítica junguiana respecto a la psicología marcadamente materialista de Freud son el protagonismo de los elementos espirituales y místicos en la descripción del proceso de crecimiento individual (o individuación); el menor énfasis de Jung en la psicopatología; y el descubrimiento del carácter histórico-cultural, no universal, de los procesos psíquicos.
En analogía con lo que había dicho Jean Jacques Rousseau dos siglos antes y en contraste con lo que había argumentado Freud, estos teóricos creen que los seres humanos son fundamentalmente buenos y que su psique se enferma cuando se les impide seguir las inclinaciones naturales.
Según Maslow, todos sentimos la necesidad de sentirnos amados o apreciados por los demás pero, mientras estemos en esta condición, no podemos pasar a un nivel superior de amor, que implica interés y preocupación por el bienestar de los demás. La última de las necesidades básicas es la estima: la necesidad de ser apreciado por uno mismo y por los demás.
El inconsciente dice la verdad
Los contenidos mentales de los que somos plenamente conscientes están representados por el primer elemento de la tríada, el tercero contiene todos aquellos elementos que no tienen acceso a la conciencia, el preconsciente, finalmente, actúa como intermediario entre los otros dos, y contiene aquellos pensamientos latentes que tienen una estructura verbal, que tienen acceso directo a la conciencia pero que en un momento dado no están presentes en el campo actual de la conciencia.
– Tipo con superyó “heterónomo”: dependiente de las reacciones de los demás para confirmar y definir la propia autoestima, demasiado sensible a las críticas y a los castigos, busca la confirmación y la aprobación constantes, extremadamente sumiso o altruista para reconciliarse con el entorno.
Precisamente sobre la base de esta teorización, distingue dos tipos de carácter: el sublimativo, en el que el yo, en lugar de oponerse rígidamente al componente instintivo, lo canaliza y permite una descarga de la pulsión; y el reactivo, que en cambio se opone a la pulsión con rígidas medidas defensivas, sin lograr satisfacer las demandas instintivas ni sublimarlas.
El concepto de Freud sobre el inconsciente
“Es un aburrimiento (alegría) para mí recordar los méritos de mi estimado predecesor” [Freud en Psicopatología de la vida cotidiana, ilustrando el lapsus de un profesor en su conferencia inaugural].
Los otros aspectos diferenciadores de la psicología analítica junguiana respecto a la psicología marcadamente materialista de Freud son el protagonismo de los elementos espirituales y místicos en la descripción del proceso de crecimiento individual (o individuación); el menor énfasis de Jung en la psicopatología; y el descubrimiento del carácter histórico-cultural, no universal, de los procesos psíquicos.
En analogía con lo que había dicho Jean Jacques Rousseau dos siglos antes y en contraste con lo que había argumentado Freud, estos teóricos creen que los seres humanos son fundamentalmente buenos y que su psique se enferma cuando se les impide seguir las inclinaciones naturales.
Según Maslow, todos sentimos la necesidad de sentirnos amados o apreciados por los demás pero, mientras estemos en esta condición, no podemos pasar a un nivel superior de amor, que implica interés y preocupación por el bienestar de los demás. La última de las necesidades básicas es la estima: la necesidad de ser apreciado por uno mismo y por los demás.
