¿Que no deben hacer los padres con sus hijos?

Cómo tratar con los hijos adultos

Según los expertos, los gritos constantes y el hábito de gritar a los niños son perjudiciales para su desarrollo emocional y de carácter, y aumentan el riesgo de que sufran baja autoestima y depresión.

¿Cómo evitar caer en el error de utilizar regularmente los gritos como arma de corrección o incluso como forma de comunicación cotidiana? En primer lugar, deberíamos darnos cuenta de si no somos también “padres gritones” inconscientes.

Pero hay que evaluar cuidadosamente las palabras que usamos y cómo las usamos, poniendo una pizca de ironía y humor para conseguir resolver pacíficamente un conflicto, manifestando la intención de satisfacer las necesidades de todos.

Padres con dificultades con sus hijos

Así, “ayudar a tus hijos con los deberes” debería convertirse más bien en ayudarles a organizarse, proporcionándoles un entorno adecuado para estudiar, estimulándoles para que se concentren (un poco como vimos cuando tratamos cómo hacer los deberes de las vacaciones de verano).

En caso de que no tengas tiempo, porque en ese momento estés trabajando desde casa, puedes buscar un ayudante de deberes a distancia, que ayude a los niños con los deberes por videollamada. Establece pautas con la persona que elijas y acuerda con ella cómo ayudar al niño con los deberes.

Cómo recuperar el afecto de un niño

La experiencia clínica ha demostrado que la depresión suele depender del tipo de relación familiar. Las personas con baja autoestima, causada por la falta de afecto de sus padres, corren el riesgo de que, al sentirse inadecuadas, no puedan hacer frente a situaciones difíciles.

  ¿Qué hacer cuando un hijo insulta a su madre?

Como Neuropsicólogo, se ocupa de todas las relaciones y trastornos que existen entre el daño cerebral y el comportamiento relacionado del paciente; por ejemplo, está especialmente interesado en todos aquellos trastornos psicológicos derivados de la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Pick, los cuerpos de Lewy, la enfermedad de Parkinson, las demencias vasculares, los accidentes cerebrovasculares, el deterioro cognitivo, los traumatismos, etc.

Ya no soporto a mi hijo de 20 años

Hablamos de ello con Francesca Castro, psicóloga y psicoterapeuta, quien, también en base a su experiencia, nos ayudó a comprender mejor el tema y las posibles repercusiones que podrían recaer sobre los niños de hoy, los adultos de mañana y los usuarios.

Pero llegados a este punto, ¿dónde termina el derecho de los padres a utilizar las redes sociales como consideren oportuno y dónde empieza el derecho del niño a ser protegido de cualquier reticencia hacia el medio que pueda desarrollar como adulto? La frontera parece muy borrosa

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