¿Cómo dejar de tratar mal a mi hijo?

Niño de 7 años ingobernable

A menudo hay verdaderas crisis de ira, de rabia, tanto en lugares privados como públicos, que uno no sabe cómo calmar y gestionar. En primer lugar, antes de intervenir, hay que intentar dar sentido a esa reacción, y subrayo lo de reacción y no lo de acción, porque ese comportamiento suele ser y representa simbólicamente una comunicación actuada a través de la acción, de un desacuerdo, de algo que les causa malestar o de algo que no entienden y a lo que no pueden dar sentido.

Generalmente, estas crisis se manifiestan ante un NO, de los padres, de una prohibición, de un recordatorio, cuando tienen que dejar de jugar, o de ordenar, o de irse a algún sitio o a dormir, y entonces generalmente apagan el televisor o la tableta.

– Intentar contextualizar las crisis, es decir, entender de dónde vienen y qué situaciones le agitan más. De este modo, podrá, en algunos casos, prevenir ciertos comportamientos o tratar de entender si hay que cambiar ciertos hábitos.

Ya no soporto a mi hijo de 20 años

Sobre todo teniendo en cuenta que también son una enorme fuente de estrés para ambos, hijos y padres: la relación se tensa, la confianza se rompe, tu hijo no te escucha y las tensiones aumentan.

Si intentamos amoldarlo a una preimpresión que tenemos en la cabeza sólo porque creemos que es lo correcto o porque también nos adaptamos a modelos externos o previos, él percibe que no vale nada, que no es lo que quieres de él.

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Vivimos inmersos en una cultura que aún arrastra la herencia de un sistema de régimen en el que las mismas normas aplicadas en un cuartel se creían también adecuadas para el entorno familiar:

Debido a este modelo, creemos que los niños son recipientes vacíos que hay que llenar con modales, normas y buen comportamiento. Creemos que los premios y los castigos sirven para enderezarlos, que los halagos les levantan el ánimo y fortalecen su espíritu. Estamos convencidos de que las restricciones son la única herramienta que tenemos para hacerles entender quién manda y por qué, quizás, a través del sufrimiento aprendan la lección.

Agresividad hacia la madre

Una aclaración necesaria: manipulador, agresivo, verbalmente violento… muchas personas son llamadas tóxicas cuando tienen un impacto negativo en la vida de los demás. Evidentemente, cuando utilizamos esta expresión no queremos poner una etiqueta directamente a esa persona (o a esas personas como en este caso, ya que estamos hablando de todo un hogar), sino a su comportamiento.

De hecho, no hay personas buenas o malas. Todo el mundo tiene características, méritos y defectos diferentes, por lo que sería imposible reducir a una persona a un solo adjetivo. En consecuencia, la palabra tóxica se refiere a aquellos comportamientos que una persona realiza, en determinados periodos de su vida, y que se derivan de trastornos o problemas concretos.

También podemos definir como tóxicas aquellas familias en las que se dan comportamientos tóxicos, como la pasividad-agresividad, la ira, la manipulación o el distanciamiento emocional, el cambio de roles familiares, la violencia física y verbal y los problemas de comunicación.

Por qué los hijos tratan a las madres peor que a cualquier otra persona

Fundadora de Younite®, entrenadora de familias y jóvenes, autora del libro “Lo que los niños no dicen” ed. Sperling & Kupfer y madre de 3 hijos. Llevo más de 20 años trabajando en el mundo del desarrollo personal. Fundé Younite® en 2010 y Padres en Acción en 2016, la primera escuela online para padres con hijos adolescentes. Estudié varios años en América, Holanda e Inglaterra integrando el trabajo desarrollado con PNL, TLT, VT® y Terapeuta Familiar. Junto con el equipo de Younite® he trabajado con miles de adolescentes y familias en Holanda e Italia. Soy cofundador de la Academia YADA, la primera escuela de formación para convertirse en entrenador familiar o juvenil en Italia

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