¿Por qué mi hijo no me respeta?

Mi hijo ya no quiere verme

En otros casos, podrías cooperar con tu hijo y dialogar, para que podáis entender el punto de vista del otro y encontrar una solución que sea útil para ambos. Al fin y al cabo, no podemos estar cerca de nuestros hijos si no nos comunicamos sobre las cosas que son importantes para ambos. ❤️

Compruebe durante la conversación que entiende lo que le dice su hijo. Intenta preguntarle “así que me estás diciendo que ….”. De este modo, puedes crear una base de comunicación mutua y compartida.

¿Por qué mi hija siempre me contesta?

Sobre todo si tenemos en cuenta que también son una enorme fuente de estrés tanto para el niño como para los padres: la relación se tensa, la confianza se rompe, tu hijo no te escucha y las tensiones aumentan.

Si intentamos amoldarlo a una preimpresión que tenemos en la cabeza sólo porque creemos que es lo correcto o porque también nos adaptamos a modelos externos o previos, él percibe que no vale nada, que no es lo que quieres de él.

Vivimos inmersos en una cultura que aún arrastra la herencia de un sistema de régimen en el que las mismas normas aplicadas en un cuartel se creían también adecuadas para el entorno familiar:

Debido a este modelo, creemos que los niños son recipientes vacíos que hay que llenar con modales, normas y buen comportamiento. Creemos que los premios y los castigos sirven para enderezarlos, que los halagos les levantan el ánimo y fortalecen su espíritu. Estamos convencidos de que las restricciones son la única herramienta que tenemos para hacerles entender quién manda y que, tal vez, con el sufrimiento aprendan la lección.

Agresividad hacia la madre

¿El resultado? Peleas constantes, que aumentan la tensión, lo que da lugar a un lenguaje violento, sentimientos de inadecuación y culpabilidad. Muchos padres, que acuden a mí, me dicen que sus hijos les vuelven locos, porque no quieren estudiar, no escuchan, no quieren hacer nada.

Sus expectativas son su negocio porque el hecho de que se cumplan o no repercute en usted. Los niños no pueden tener la tarea de cumplir tus expectativas, porque son una creación de tu mente.

Si estableces la relación en la búsqueda de la confianza para no traicionar tus expectativas, estás cambiando tus tareas por las de tus hijos: tú asumes el estudio, tu hijo asume tus expectativas y se encuentra con que no tiene que estudiar para sí mismo sino para ti.

Una dieta de premios y castigos lleva a los niños y jóvenes a creer que “sólo estoy bien cuando otros me dicen que estoy bien”. También les enseña a evitar los errores en lugar de aprender de ellos.

Niños egoístas

Los niños que responden mal o se expresan físicamente, dando portazos o puñetazos a las paredes, son sin duda un objeto de preocupación mayor que los compañeros que se deslizan en silencio y no muestran aparentemente ningún signo de malestar.

si el comportamiento requiere un castigo, asegúrese de que éste sea proporcionado, sostenible por usted (¡por ambos padres!) y que no le quite algo que podría, por el contrario, generar un comportamiento bueno y positivo.

OBSERVO, POR LOS NUMEROSOS COMENTARIOS QUE ME SIGUEN ESCRIBIENDO, QUE SE TRATA DE UN TEMA MUY DELICADO.    SEGUIRÉ RESPONDIENDO A SUS CORREOS ELECTRÓNICOS CUANDO PUEDA. PARA AQUELLOS QUE LO DESEEN Y VIVAN EN MILÁN, HE DECIDIDO ORGANIZAR UNA REUNIÓN PARA UN PEQUEÑO GRUPO (6 PERSONAS COMO MÁXIMO) QUE DESEEN DISCUTIR ESTE TEMA EN PERSONA: HABLAREMOS DE SITUACIONES INDIVIDUALES Y BUSCAREMOS SOLUCIONES PRÁCTICAS JUNTOS. HAY UNA CUOTA DE PARTICIPACIÓN DE 35 EUROS.