¿Qué es peor que un psicópata?

Síntomas de psicopatía femenina

Dentro de la experiencia clínica, el narcisista sufre inconscientemente sus heridas infantiles y, en última instancia, los efectos negativos en las relaciones interpersonales generados por sus defensas narcisistas.

El psicoanalista Heinz Kohut, que modificó y amplió las ideas originales de Freud sobre el narcisismo, sugiere que el narcisismo patológico es una detención o distorsión del desarrollo preedípico normal, durante el cual, la angustia del niño se encuentra con una ausencia de reflejo empático entre padres e hijos, pero en particular, con la participación de la madre.

Cuando estos individuos buscan y consiguen alcanzar posiciones de poder en la industria, el mundo académico o la política, los resultados pueden ser catastróficos, ya que, especialmente en la persona narcisista y ávida de poder, “el poder lo corrompe absolutamente”.

El secuestrador, el acosador y el asesino en serie, a juzgar por su comportamiento, aparentemente comparten la creencia consciente de que tienen el derecho absoluto de sobrepasar los límites en la vida de los demás, y de explotar egoístamente a otros para sus propias necesidades narcisistas.

Cómo castigar a un psicópata

Maudslay se dio cuenta de que esta resistencia procedía de los efectos punitivos de la resocialización, lo que hacía que los pacientes activaran de algún modo una especie de mecanismo de defensa contra sus propios posibles fracasos futuros.

Suelen ser impulsivos e irresponsables, y a menudo no persiguen sus objetivos socialmente tolerados, como buscar un empleo remunerado o cumplir un compromiso financiero[18].

Hare describió a los psicópatas como “depredadores intraespecíficos”[20][21]. Hare y otros criminólogos escribieron sobre el fenómeno como “el uso del carisma especial, la manipulación, la intimidación, las relaciones sexuales y la violencia”[22][23][24] para controlar a otras personas y perseguir sus propios intereses:

  ¿Qué es la importancia de la filosofía?

La falta de miedo hace que a menudo se les considere dispuestos a asumir mayores riesgos. Esto no significa que no sean conscientes de las posibles consecuencias de sus actos, sino que el pensamiento de dolor y castigo no les provoca ninguna reacción emocional y, por tanto, tiene un débil efecto inhibidor[25].

Psicópata en la familia

Maudslay se dio cuenta de que esta resistencia procedía de los efectos punitivos de la resocialización, lo que hacía que los pacientes activaran de algún modo una especie de mecanismo de defensa contra sus propios posibles fracasos futuros.

Tienden a ser impulsivos e irresponsables, y a menudo no persiguen sus objetivos socialmente tolerados, como buscar un empleo remunerado o cumplir un compromiso financiero[18].

Hare describió a los psicópatas como “depredadores intraespecíficos”[20][21]. Hare y otros criminólogos escribieron sobre el fenómeno como “el uso del carisma especial, la manipulación, la intimidación, las relaciones sexuales y la violencia”[22][23][24] para controlar a otras personas y perseguir sus propios intereses:

La falta de miedo hace que a menudo se les considere dispuestos a asumir mayores riesgos. Esto no significa que no sean conscientes de las posibles consecuencias de sus actos, sino que el pensamiento de dolor y castigo no les provoca ninguna reacción emocional y, por tanto, tiene un débil efecto inhibidor[25].

El fin del psicópata

Aunque pueden actuar como si se preocupasen o amasen a los demás o fingir que sienten las mismas emociones que los demás, los psicópatas generalmente no tienen ningún vínculo emocional con nadie. Sus actos de afecto o preocupación no son más que una estratagema en el juego de manipulación de un psicópata para promover su propia agenda.

  ¿Por qué es importante ser tolerante con los demás?

Los psicópatas son generalmente clasificados como de sangre fría. Los sociópatas, por el contrario, suelen ser vistos como personas de cabeza caliente. Aunque tienen cierto sentido de la conciencia, no les mueve el deseo de hacer el bien en lugar del mal y a menudo no tienen ningún problema si los demás saben que buscan su propia gratificación. Los sociópatas suelen actuar sin pensar, excusan su comportamiento y echan la culpa de sus actos a los demás.

En el libro de Jon Ronson, The Psychopath Test: A Journey Through the Madness Industry, publicado en 2011, Ronson introduce la idea de que muchos líderes en funciones gubernamentales y corporativas son psicópatas cuyas acciones sólo pueden explicarse comprendiendo este hecho. Ronson admite en el libro que ha utilizado en privado el test de Hare con estas cifras para intentar demostrar su teoría.

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