¿Cuáles son los maltratadores pasivos?
La luz de gas como salida
Los numerosos sucesos que han aparecido en las noticias han hecho que poco a poco se conceda importancia a fenómenos que estaban previstos en la legislación, pero, precisamente, como casos de importancia secundaria en cuanto a la protección que se debe proporcionar a los autores.
Contenidos
Lo que falta, a pesar de las diversas elaboraciones, es una noción unitaria y precisa para un fenómeno cuyo contenido se intenta captar describiendo sus aspectos característicos pero sin llegar nunca a un concepto omnicomprensivo.
Por lo tanto, una serie repetida y coherente de actos y comportamientos materiales que encuentran una justificación en la intención de aislar, marginar y quizás incluso expulsar a la víctima del entorno laboral.
– Aislamiento sistemático, especialmente en el mundo del trabajo, consistente en el traslado a un lugar de trabajo aislado y en actitudes encaminadas a ignorar a la víctima, en prohibiciones de hablar y de tener relaciones con ella;
La necesidad de encontrar instrumentos para proteger al trabajador sometido a prácticas discriminatorias ha llevado a la búsqueda de normas de derecho positivo que sirvan de referencia para obtener una compensación, cuando no también una intervención de represión o restauración real.
Gaslighter que es
Los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica -es decir, los abusos sexuales a menores o la posesión de pornografía infantil por parte de obispos, sacerdotes, religiosos y catequistas pertenecientes a la Iglesia católica- hacen referencia a una serie de episodios que han recibido una amplia cobertura mediática y una considerable atención por parte de la opinión pública internacional desde 2002 y, especialmente, entre 2009 y 2010.
Según Charles Scicluna, “promotor de justicia” de la Congregación para la Doctrina de la Fe, estas estimaciones están sobrevaloradas en relación con el número de denuncias de clérigos acusados de abusar de menores de 18 años recibidas de las distintas diócesis por la Congregación para la Doctrina, el organismo vaticano responsable de esta materia, en los años 2001-2010. 22] Según los datos presentados por la Iglesia católica, frente a una población media de unos 440.000 clérigos en todo el mundo (incluidos diáconos, presbíteros y obispos, calculados con datos de 1968, 1970, 1978-2006),[23] los clérigos culpables de abusos a menores serían aproximadamente el 0,67%, de los cuales el 0,067% serían pederastas.
El que abusa de
Por último, la investigación ha demostrado que existe un contexto social y cultural específico de la violencia intrafamiliar. De hecho, se cree que este tipo de violencia se lleva a cabo a través de valores culturales específicos: basta con pensar en el uso del castigo físico en la intimidad familiar.
Todos los estudios e investigaciones realizados para identificar los rasgos específicos que caracterizan al niño maltratado, además de tener un interés puramente cognitivo, pretenden ofrecer el mayor número posible de elementos que permitan una fácil identificación del niño que ha sufrido violencia.
Se han indicado como factores desencadenantes del episodio violento el embarazo y el parto difíciles, el nacimiento prematuro, la presencia de malformaciones congénitas, el daño cerebral en el momento del nacimiento y las discapacidades (32).
Los estudios que han tratado de identificar las consecuencias neurológicas del maltrato han constatado unánimemente que el maltrato infantil provoca una alta incidencia de déficits de diversa índole, y ello no sólo cuando se producen lesiones en la cabeza, sino también cuando el niño pequeño ha sido sacudido violentamente sin que se produzcan hematomas o fracturas craneales (46).
Significado de Gaslighting
Las características sociodemográficas de los violadores adultos son similares a las de los delincuentes no sexuales. La población de violadores muestra claras diferencias con la de los delincuentes sexuales de menores.
Las estadísticas internacionales sobre la delincuencia muestran que las mujeres adultas están involucradas en casos de abuso sexual de niños y adultos en un porcentaje del 2% al 8% (Departamento de Justicia de Estados Unidos 2013), y los jóvenes adolescentes son responsables del 5% al 10% de todos los delitos sexuales juveniles (Departamento de Justicia Juvenil de Florida, 2016).
La víctima tiende a avergonzarse de lo que le ocurre y apenas habla de ello, lo que suele ser por dos motivos: piensa que no se le va a creer (“las mujeres no hacen estas cosas”) y porque las víctimas masculinas piensan que no serán consideradas “hombres de verdad” si hacen público el abuso.
La literatura cuestiona si la pornografía infantil representa una tipología de delitos cometidos por delincuentes sexuales convencionales o si representa una tipología en sí misma (Seto & Hanson, 2011). La investigación analizó las similitudes y diferencias entre la pornografía infantil y la delincuencia sexual de contacto desde el punto de vista de las variables demográficas y psicológicas, las tasas de reincidencia y los factores de riesgo.
