¿Cuáles son los libros más raros del mundo?

Libros raros que no se pueden encontrar

Cm. 15, cc. 207 (1). Fina marca tipográfica Giuntino en la portada y en el último papel sin numerar; texto impreso en fina letra cursiva. Hermosa encuadernación del siglo XVII en plena ma… TARJETA COMPLETA

Cm. 13.5, pp. 380 (4). Precioso frontispicio grabado en cobre. Bonita encuadernación contemporánea tipo Elzevrian en pergamino rígido completo con títulos en ms. en el lomo; cortes salpicados. Defecto de impresión en la p. 4 … FICHA COMPLETA

Cm. 15, pp. 224. Encuadernación contemporánea en vitela rígida con títulos dorados en el lomo. Bordes salpicados. Enrojecimiento menor. Espécimen bien conservado. Rarísima segunda edición italiana de este… FICHA COMPLETA

Cm. 23, pp. xii, 223 (1). Precioso libro de bolsillo ilustrado por Adolfo De Carolis. Algunos enrojecimientos esporádicos e insignificantes. Ejemplar fresco y bien conservado. La reedición mutó y en parte … FICHA COMPLETA

Cm. 17, pp. 467 (1) [de la página 403: Refutation des opinions de Iean Wier]. Bonita marca tipográfica en la portada y bonita capileta xilográfica. Bonita encuadernación coetánea en pergamino completo. FICHA COMPLETA

Los cuentos de Canterbury

El “Bestiario de Northumberland” también procede de los famosos compradores de libros antiguos, los duques de Northumberland. El padre de Ralph Percy, Henry Percy, vendió la publicación a un coleccionista privado en 1990.

Otros consejos para los coleccionistas principiantes que estén pensando en invertir en libros raros en 2022 son que se dediquen zonas secas y sin polvo para guardar estas preciadas posesiones. Las cajas pueden proteger aún más los libros y los tomos especialmente frágiles pueden ser retirados por un especialista. Sin embargo, consulte a un experto en libros antiguos antes de hacerlo para asegurarse de que su valor no se vea afectado negativamente.

  ¿Qué es un ejemplo de intención?

Libros inencontrables

De las bibliotecas a las librerías de viejo, pasando por los mercadillos y las ferias y eventos, sin olvidar las numerosas alternativas digitales, he aquí una guía dedicada a las formas de encontrar libros antiguos raros y valiosos, para leer y hojear página tras página, o para pedirlos en línea…

Libros antiguos: basta con decir estas dos palabras en voz alta para evocar ilustraciones raras, páginas maravillosas y ediciones valiosas ahora casi imposibles de encontrar. Un universo que para los amantes de la lectura, del coleccionismo y de la historia (o incluso de uno solo de los tres) tiene un sinfín de sorpresas que ofrecer gracias a la amplia selección de obras del pasado que aún están en circulación.

Los libros antiguos, de hecho, son todas aquellas publicaciones impresas que llegaron al mercado antes de la fecha límite de 1830 (las siguientes, en cambio, entran en la categoría de libros modernos o de época), con la consecuencia de que su fascinación y valor siguen aumentando sin cesar.

Desde las bibliotecas a las librerías de viejo, pasando por los mercadillos y las ferias y eventos, y concluyendo con las múltiples alternativas digitales, he aquí algunas de las formas de encontrar libros antiguos para leer y hojear página tras página, o para pedirlos online en unos pocos clics…

Código leicester

La caída del Imperio Romano en el siglo V d.C. supuso el declive de la cultura de la antigua Roma. El papiro se hizo difícil de conseguir por la falta de contacto con el Antiguo Egipto y el pergamino, que se había mantenido en segundo plano durante siglos, se convirtió en el principal material de escritura.

  ¿Cómo se llama tallo de la hoja?

Los “papeles de guarda”, o guardas, son los papeles de apertura y cierre del libro propiamente dicho, que conectan materialmente el cuerpo del libro con la cubierta o la encuadernación. Al no formar parte de las firmas, nunca se cuentan como páginas.

El colofón o colofón, que cierra el volumen, contiene información esencial sobre el impresor y el lugar y la fecha de impresión. Originalmente, en los manuscritos consistía en la firma (o subscriptio) del copista o escriba, y contenía la fecha, el lugar y el autor del texto; más tarde fue la fórmula de conclusión de los libros impresos en los siglos XV y XVI, conteniendo, a veces en tinta roja, el nombre del impresor, el lugar y la fecha de impresión y la insignia del editor. Todavía hoy sobrevive, sobre todo con las palabras acabadas en imprenta.

Puede que también te guste...

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad