¿Cuáles son las enfermedades que bajan de peso?

Pérdida de peso por estrés

En primer lugar, hay que precisar que la pérdida de peso debe considerarse un problema de salud y, además, bastante grave cuando, a lo largo de un año aproximadamente, el peso corporal disminuye de forma espontánea.

Las causas con raíz clínica de pérdida de peso pueden ser muchas, por ejemplo: estados de ansiedad, estrés, malestar psicológico provocado por situaciones adversas. Como consecuencia tendremos causas involuntarias de pérdida de peso.

Por ejemplo, la enfermedad celíaca, la diabetes, la colitis, la cirrosis hepática, el hipotiroidismo, las intolerancias alimentarias, la insuficiencia renal, la enfermedad de Crohn, la artritis reumatoide, la pancreatitis, los tumores, las úlceras y otras enfermedades gastrointestinales.

La presencia de una enfermedad grave a través del síntoma de la pérdida de peso podría, por ejemplo, ser de naturaleza cancerosa, es decir, tener sus raíces en la presencia de un tumor dentro del propio cuerpo.

Si nos sentimos bien, si comemos con normalidad, si todas las funciones vitales están dentro de la normalidad, como el descanso, la alimentación, el drenaje, debemos pensar que algo va mal de todos modos. Hay que descubrir las causas de la pérdida de peso rápida

Análisis de sangre para la pérdida de peso

La anorexia, que suele ser consecuencia de trastornos psicológicos o nerviosos, afecta principalmente a las mujeres en periodos especialmente delicados de su vida, como la adolescencia o el inicio de la vejez. Esta enfermedad lleva a los afectados a rechazar todo tipo de alimento y comida durante períodos muy largos, poniendo en peligro todas las funciones vitales del organismo humano.

– infecciones causadas por bacterias y parásitos que se insinúan en el sistema digestivo, especialmente en los intestinos. Causan una gran perturbación en el trabajo de la mucosa intestinal, dificultando su tarea de absorción y digestión de los alimentos. De hecho, son rechazados por el intestino enfermo y expulsados a través de la diarrea.

También existe otro tipo de adelgazamiento relacionado con la producción incorrecta de hormonas, causada por el mal funcionamiento de otra glándula que se encarga de la producción de hormonas: la glándula suprarrenal*.

Pérdida de peso, cuándo preocuparse

Las alteraciones de los movimientos intestinales no siempre son una indicación de un mal funcionamiento del organismo. De hecho, pueden estar relacionados con una condición transitoria que se produce después de un cambio en los hábitos alimenticios, el estrés, el estreñimiento u otros trastornos gastrointestinales.

Los desequilibrios momentáneos del tránsito intestinal causados por las alteraciones de las deposiciones pueden resolverse siguiendo una dieta equilibrada rica en fibra y una hidratación abundante.

Las alteraciones del tránsito intestinal deben ser consultadas con su médico en caso de: estreñimiento repentino con interrupción de la evacuación de heces y gases, dolor abdominal agudo, heces pequeñas y duras (fecalomas o coprolitos), niños que no expulsan heces durante más de tres días, pérdida de peso repentina, sangre en las heces, pus en las heces, hinchazón abdominal, náuseas, vómitos.

La bacteria Burkholderia pseudomallei es la causante de la melioidosis, también conocida como “enfermedad de Whitmore”, una enfermedad infecciosa y transmisible que prevalece principalmente en el sureste asiático y el norte de Australia.

Pérdida de peso qué pruebas hacer

Algunos estudios han sugerido que existe una relación entre la dieta y la esclerosis múltiple (EM). En general, podemos afirmar que no hay dietas “milagrosas” que puedan prevenir o cambiar el curso de la enfermedad. Aunque se ha demostrado que ciertos alimentos (por ejemplo, los ricos en azúcar, sodio o grasas saturadas de origen animal) no están indicados en personas con enfermedades inflamatorias como la esclerosis múltiple (debido a su potencial proinflamatorio), no hay pruebas claras de que el cambio de hábitos dietéticos por sí solo pueda influir en el curso de la enfermedad.

La dieta tiene su origen en los primeros estudios epidemiológicos realizados sobre la esclerosis múltiple, que constataron que la enfermedad era menos frecuente en poblaciones que consumían pocos ácidos grasos saturados y muchos ácidos grasos poliinsaturados.