¿Por qué me enamoro muy rápido?

Enamorarse lentamente

Un gesto, un olor, una mirada. Sólo hace falta un momento y entonces Eros lanza su flecha… El Amor, el de la A mayúscula, se apodera de nosotros, de repente sentimos que por fin hemos encontrado a nuestra alma gemela, a esa persona que nos entiende al vuelo, que parece conocernos desde siempre y que al mismo tiempo nos embelesa en un torbellino de euforia y excitación ante el que todos los problemas desaparecen…

“Amaos los unos a los otros, pero no convirtáis el amor en un vínculo. Que sea más bien un mar en movimiento entre las orillas opuestas de vuestras almas. Llenad las copas de los demás, pero no bebáis de la misma copa. Intercambiad vuestro pan, pero no comáis de un solo pan. Cantad y bailad juntos y sed felices juntos, pero dejad que cada uno de vosotros esté también solo, tan solo como lo están las cuerdas de un laúd, aunque vibren con la misma música.”

El síndrome del enamoramiento fácil

No dejes de salir con tus amigos, evita pensar sólo en las cosas buenas de la otra persona, sigue dedicando tiempo a tus pasiones: aquí tienes algunos consejos para evitar enamorarte demasiado rápido

Palabra de orden: calma. Cuando conozcas a alguien y sientas inmediatamente una fuerte atracción, quizá mezclada con una química especial y un entendimiento inmediato, respira hondo porque los riesgos son elevados.

Siguiendo el consejo anterior, tampoco alteres tus rutinas. Sigue yendo al gimnasio o a las clases a las que ibas antes de conocer a la persona de la que crees que te puedes enamorar. No le dediques cada minuto de tu tiempo.

Psicología cuando un hombre se enamora

Los hombres no se enamoran de ti porque no eres capaz de encantarles a largo plazo; o porque prefieren a otra persona a la que no eres igual; o porque eres aburrida o demasiado independiente y eso no es suficiente.

Mientras tanto, el lector expresa con autenticidad un sentimiento y una duda comunes a muchos (hombres y mujeres), pero que otros probablemente no tienen el valor o la necesidad de expresar con tanta transparencia.

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Preguntarse cosas como: “¿por qué nadie me quiere?” “¿por qué los hombres no se enamoran de mí?”, “¿por qué no soy lo suficientemente buena/guapa/delgada?”, “¿por qué no puedo…?” significa crear un infierno en el aquí y ahora.

Psicología del enamoramiento

Los estilos relacionales tienen su origen en estas formas: Ainsworth estudió un tipo de situación experimental llamada “situación extraña” que permitía ampliar la teoría del apego, profundizando en la relación entre el cuidador (el adulto que cuida al niño) y el niño.

Como ejemplo, y sin querer generalizar, podríamos decir que los adultos que muestran un tipo de apego seguro recuerdan a sus padres como personas serviciales, cariñosas y afectuosas. Los adultos con apego evitativo recuerdan a sus madres como frías, reticentes y retaceadas. Mientras que los adultos ansiosos suelen recordar a sus padres como injustos.

Los adultos con un tipo de apego seguro se esfuerzan por establecer relaciones íntimas con sus seres queridos y tratan de encontrar un equilibrio óptimo entre la dependencia y la independencia. Un adulto seguro de sí mismo podría describir su relación amorosa de esta manera:

Los adultos con un tipo de apego ansioso son dependientes, temen constantemente el rechazo y el abandono, y desalientan la autonomía y la independencia de sus seres queridos. Y, tal vez, describirían así su historia de amor: