¿Cómo vivir el amor libre?
Dejar libertad a la pareja
Una relación que funciona no se deja seducir por los cantos de sirena de los amantes. No se empolva con el paso del tiempo. No se oxida por falta de diálogo y empatía. No sustituye el intercambio por la prevaricación. No sustituye la convivencia por el exceso de confianza. Y la cercanía con el pastoreo en la vida de los demás.
Contenidos
El diálogo de una pareja se desarrolla en dos vías: la comunicación de servicio y la comunicación emocional. La primera sirve para la organización y gestión de la vida cotidiana. Los socios hablan de cosas concretas, de cosas que hay que hacer, y se organizan día a día para hacer que sus días funcionen. Este tipo de comunicación suele aumentar cuando la pareja se convierte en familia.
Los compromisos a los que tienen que hacer frente aumentan a pasos agigantados, los hijos ocupan mucho espacio y tiempo, y los cónyuges se convierten en una especie de equipo en el trabajo, a veces sin nerviosismo emocional y sin espacio a favor de la pareja.
La simpatía en la pareja tiende a extraviarse, como si el hecho de estar en pareja diera derecho automáticamente a ser grosero, maleducado, irreverente y antipático y empático. La simpatía sigue siendo un arma real que amortigua las tensiones y facilita el mantenimiento del vínculo amoroso.
Frases de amor gratis
Amar incondicionalmente significa sentir un amor desinteresado y profundo. No significa no sentir interés por la otra persona, sino un sentimiento que no exige nada a cambio. Incluso cuando esta relación se rompe o la otra persona se va, este tipo de amor sigue existiendo.
¿Cómo podemos dar a los demás algo que no sabemos que existe y que ni siquiera podemos darnos a nosotros mismos? Como en tantos otros tipos de sentimientos y comportamientos psicológicos, para cambiar el exterior, primero hay que empezar por el interior, por el nosotros.
Del mismo modo, se han realizado pruebas con algunas personas, trabajando en torno al concepto de amor incondicional, para entender cómo funciona el cerebro cuando se experimenta dicho sentimiento. En particular, se realizó un estudio con algunas personas que trabajaban en el ámbito social, mostrándoles fotos de las personas a las que habían atendido.
Relaciones libres
Aunque las sorpresas no gusten a todo el mundo, cuando se tiene una relación a distancia, las sorpresas siempre lo son. Que te encuentren en la estación sin que la otra persona lo espere, enviarle un regalo, una carta con tu perfume, organizar una videollamada con tus amigos sin que tu pareja tenga ni idea, comprar ese vestido que tanto le ha gustado y que te vea con él puesto a la primera oportunidad… Según su criterio, sorpréndanse mutuamente y no caerán en la rutina.
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¿Cómo vivir el amor libre? en línea
Cuando dos personas se conocen, cada una trae consigo su propia historia personal, compuesta por experiencias tanto negativas como positivas, condicionamientos familiares y pensamientos limitantes que van creando un determinado tipo de relación.
La persona libre sabe expresarse libremente sin temor a ser juzgada por el otro, sabe que el trabajo de cambio se hace por sí mismo y no para complacer al otro, sabe poner en juego todo su ser sin utilizar máscaras.
Se trata de una fase muy delicada en la que el espacio alternativo que se busca es sólo para cultivar los propios intereses y aliviar el estrés acumulado para dar al otro sólo la mejor parte de uno mismo.
Desgraciadamente, esta petición es percibida a veces por uno de los miembros de la pareja como un abandono, como una falta de voluntad de estar juntos y como un rechazo. Al final, la persona acaba sintiéndose herida, amargada y sin amor.
Controlar a la otra persona, a la larga, hace que en algún momento se dude de que la otra persona le quiera y quiera seguir estando juntos. Cuando todo carece de espacio, se pierde también el valor de elegir, de arriesgarse, de ser libre del otro y de las decisiones del otro.