¿Cuáles son las creencias de las personas?

Creencias limitantes

Hoy quiero hablarte de las creencias limitantes, es decir, de esas autoevaluaciones negativas sobre cómo creemos que deberíamos ser -o que deberían ser los demás y el mundo- y que, en consecuencia, determinan el grado de nuestras acciones y emociones.

En la década de 1970, Albert Ellis junto con Aaron T. Beck, ambos considerados los primeros exponentes importantes de la terapia cognitiva, influyeron en muchos representantes de la terapia conductual, como Albert Bandura, Arnold Lazarus y otros.

Ellis creía que era posible mejorar el estado psicológico de las personas transformando las creencias irracionales no adaptativas, es decir, una forma de pensar ilógica y distorsionada, en creencias racionales.

Creencias

Además de nuestras experiencias directas, forman parte de nuestra experiencia los sucesos que les han ocurrido a otras personas, de los que hemos oído hablar, y las experiencias que no han sucedido realmente, sino sólo imaginadas.

Las creencias tienden a tener un efecto de autoorganización o “autoejecución” en nuestro comportamiento a varios niveles, centrando nuestra atención en un área con exclusión de otras (Robert Dilts).

Nuestras creencias subyacen a evaluaciones y “conclusiones” ilógicas y arbitrarias sobre nuestras expectativas de éxito, autoeficacia, influencia, en el sentido de que potencian o limitan, apoyan o inhiben:

Estas actitudes mentales y pensamientos negativos contribuyen a que nos sintamos confiados o temerosos, esperanzados o con pánico, responsables o víctimas, exitosos o fracasados, frustrados o realizados, tristes o felices…

3.Todo el mundo y, en particular, las personas que yo digo, incluido yo mismo, deben comportarse absolutamente (siempre) como yo creo que es correcto (como yo digo), de lo contrario son malos, injustos, indignos de confianza, y por lo tanto deben ser condenados y castigados severamente para que aprendan

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Las creencias limitan, la duda estimula

A continuación, escribe la macrocategoría que has elegido en la parte superior, en el centro de tu hoja, divide la parte inferior en dos columnas: a la izquierda introduce las creencias limitantes y a la derecha las creencias potenciadoras.

En la parte de la potenciación de las creencias, utiliza frases cortas y concretas que sean fáciles de recordar, usa verbos en tiempo presente, no en futuro, y no utilices negaciones y generalizaciones (como nunca y siempre).

Los pensamientos limitantes se convierten en creencias como resultado de repetirlos continuamente a uno mismo, así que un último método podría ser utilizar la misma estrategia para las creencias potenciadoras: repetirlas a uno mismo hasta que se conviertan en propias.

Convicciones básicas

De fuerza o debilidad, determinan los estados de ánimo, el comportamiento y los resultados. Depende de nosotros dejar que nos limiten o que nos den poder. He aquí dos ejercicios para comprender en qué se basan nuestras creencias

La Programación Neurolingüística considera la creencia como un sentimiento de certeza sobre algo. Todos tenemos ideas en nuestra mente, pero sólo algunas se convierten en creencias.

Anthony Robbins, autor del libro Cómo mejorar su estado mental, físico y financiero (Bompiani, pp. 510, 11 euros) ofrece una metáfora eficaz a este respecto: compara la simple idea con el tablero de una mesa sin patas, mientras que las convicciones se corresponden con una mesa con patas, por tanto sólida y estable, porque se apoya en soportes.

Estos virus pueden infectar la mente y el sistema nervioso de una persona, al igual que los virus informáticos pueden causar confusión y averías. Los virus mentales son nuestras creencias limitantes, que nos impiden desarrollar nuestro potencial.

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