¿Cómo saber si alguien hablo mal de mí?

Hablar a tus espaldas” en inglés

Las relaciones deberían mejorar la vida de uno, y aunque es natural que también incluyan algunas experiencias desagradables, cuando una relación amorosa se acaba hay algunas señales importantes y sería apropiado empezar a cuestionarse si debería terminar.

Cuando una relación pasa por un momento especialmente difícil o uno es infeliz hasta el punto de preguntarse si se acaba o debe acabar, en el fondo de nuestro corazón siempre sabemos cuando una relación está llegando a su fin, sólo que a menudo preferimos ignorarlo.

Como resultado, permitimos que se produzcan episodios desagradables, dolorosos e incluso intolerables en las relaciones, sin saber si son pruebas que tenemos que soportar y superar o síntomas de una relación que sería mejor terminar.

Por supuesto, puede haber breves intervalos felices cuando vivimos juntos un acontecimiento social, unas vacaciones o una relación sexual, pero la mayor parte del contacto tiene lugar en el campo de batalla.

Pero en general, cuando uno se siente aburrido y frustrado (pero no insatisfecho con su relación) la pareja actúa como un refugio para todos estos sentimientos desagradables y la relación se convierte en un lugar de confort y curación.

Argumentos a favor de los denunciantes

Aquí nos referimos a ese silencio con el que algunas personas castigan sistemáticamente a quienes les rodean. Ese padre, ese marido, esa madre… nos referimos a esas personas que, cuando los demás no “obedecen”, cuando algo no les gusta, entonces atacan con el silencio.

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Esa persona que no responde a tu saludo, que va por la casa ignorándote… esa persona te está atacando. ¿Sabes por qué lo hace? Porque no volviste en el momento que él – ella quería, o quizás porque no estabas de acuerdo con su petición.

El silencio, por tanto, se utiliza como un método que implica otro significado: en todos los casos se utiliza como manipulación, pero en algunos casos también como actitud victimista y en otros como actitud dominante, pero siempre a través de una forma de incumplimiento del deber.

Hablé mal de una persona

En algunos puntos yo también tengo dudas, no porque no sean pistas reveladoras, sino porque son difíciles de detectar si no se tiene un ojo entrenado. Otras, sin embargo, me parecen muy interesantes, como las que desmontan algunos falsos mitos sobre los mentirosos.

Hola Andrea, gran artículo de nuevo esta semana y tengo que decirte que estoy totalmente de acuerdo con todo lo que escribes porque yo misma lo he vivido hasta el mes pasado sobre todo cuando dices que los mentirosos consiguen mantener el contacto visual….

Sin embargo, en principio no estoy de acuerdo con algunos puntos del artículo. Al igual que Crystal, no me parecen muy convincentes estas técnicas; claro que algunas me parecen interesantes, pero otras no creo que sirvan para establecer si una persona miente o no.

Creo que para entender si una persona miente primero hay que conocerla bien: sólo entendiendo cómo se comporta en condiciones “normales” se puede entender entonces en qué está mintiendo cuando te dice una mentira, y hay tantas variables que en mi opinión esas características dependen de cada persona (aunque probablemente haya algunos denominadores comunes, con algunos de los cuales estoy absolutamente de acuerdo en tus puntos).

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Si la gente habla mal de ti a tus espaldas, significa que siempre vas un paso por delante.

Por último, suele ocurrir que quienes experimentan ansiedad social, cuando no se encuentran en una situación temida, reconocen que su miedo no es razonable y tienden, en consecuencia, a culparse y reprocharse por no ser capaces de hacer cosas que todo el mundo hace.

En situaciones sociales temidas, los individuos con ansiedad social se preocupan por parecer avergonzados y, sobre todo, temen que los demás los juzguen ansiosos, débiles, “locos” o estúpidos.

Los síntomas de la fobia social incluyen el miedo a hablar en público por temor a olvidar repentinamente lo que se debe decir o a que los demás noten que las manos o la voz tiemblan, o una ansiedad extrema al conversar con los demás por miedo a parecer poco claro.

Los síntomas (relacionados con la ansiedad) más percibidos de la fobia social son: palpitaciones (79%), temblores (75%), sudoración (74%), tensión muscular (64%), náuseas (63%), sequedad de boca (61%), rubor (57%), enrojecimiento (51%), dolores de cabeza (46%).

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