¿Cuándo surge el deseo de tener un hijo?
Cómo superar el deseo de tener un hijo
La Dra. Daniela Sichel Imthurn trabaja como psicóloga y psicoterapeuta en Zúrich. Entre otras cosas, ofrece asesoramiento psicológico y ayuda psicoterapéutica en casos de falta de hijos involuntaria. En las sesiones individuales, de pareja o de grupo, la atención se centra en aceptar la falta de hijos y los sentimientos asociados a ella. Ayuda a las parejas en tratamiento médico a orientarse, tomar decisiones y encontrar su camino.
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Qué se siente cuando nace un niño
El deseo de embarazo. Tarde o temprano todas las mujeres lo han experimentado. ¿Alguna vez has salido de compras en busca de un vestido para lucir y te has encontrado mirando ropa de bebé sin saber siquiera por qué? Es tu deseo de ser madre el que llama a la puerta. Averigua de qué depende.
En la vida de toda mujer, incluso la más decidida a no tener hijos, llega un momento en el que empieza a anhelar ser madre. Este fenómeno se denomina comúnmente “reloj biológico” y forma parte del instinto natural de la mujer de querer ser madre.
En general, este deseo surge cuando “te sientes preparada” para tener un hijo. Este fenómeno afecta a muchos aspectos de tu vida: desde lo estable que te sientes en el trabajo y económicamente, hasta lo preparada que te sientes para la idea de que tu cuerpo va a cambiar.
El deseo de ser madre puede surgir en cualquier momento del periodo fértil y, aunque la probabilidad de quedarse embarazada cambia con los años, se puede ser madre a los 20, 30 o 40 años. Así que no hay una edad correcta para ser madre.
Quiero un hijo pero no tengo hombre
En esta fase, junto con el deseo de ser padres, también surgen un conjunto de pensamientos, expectativas y deseos, de dudas, muchas dudas que deben ser apoyadas por un entorno de apoyo, de lo contrario, corren el riesgo de alimentar las ansiedades sobre el rol parental.
Todas estas experiencias que giran en torno a la pareja pueden crear tensiones no sólo en la pareja sino también en el sistema familiar ampliado. Las expectativas de los padres pueden convertirse en presión.
A nivel biológico, en el periodo posparto, ocurre que el nivel de estrógenos en la sangre desciende drásticamente, lo que provoca un descenso fisiológico del estado de ánimo, que casi siempre va acompañado de un descenso del deseo sexual. Está claro que la vida de pareja se ve afectada de forma significativa.
Este intento de solución podría, por un lado, confirmarle en su rol de género y permitirle mantener bajo control las ansiedades que se desencadenan durante el periodo de espera, por otro lado comienza a marcar una distancia con su pareja.
No sé si quiero un hijo
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