¿Cuál es el valor de la madre?

Lo que significa ser madre

Para ayudarles a afrontar sus primeros obstáculos, debemos transmitir a nuestros hijos el valor de la perseverancia, entendida como esfuerzo constante. La fuerza para no rendirse, el deseo de aprender para mejorar, la energía para buscar soluciones a los posibles problemas que encontrarán a lo largo de los años.

Nos resulta natural fomentar la obediencia en los niños, sabiendo la importancia de este valor. La obediencia significa conocer las reglas y ser capaz de aceptarlas, sin pedir nada a cambio.

La figura del padre

Los resultados de la investigación surgieron de las respuestas recogidas en la muestra de 200 cuestionarios, de los cuales 167 con madre viva (83,5%) y 33 con madre no viva (16,5%). Véase la distribución de frecuencias de las respuestas 2 a 7 y los gráficos de distribución de frecuencias en las Tablas 1 y 2.

La ambivalencia de las madres hacia sus hijas adultas (Pillemer K.L., Suitor J.J, 2002), un tema todavía poco tratado en los estudios científicos, muestra -ya que las variables predictoras de ambivalencia, cercanía y estrés son diferentes- que los sentimientos ambivalentes en la relación madre-hija y el desarrollo inadecuado de la madre son predictivos del fracaso en la consecución del estatus “adulto” de la hija y de su independencia económica.

Charles M., Frank S.J., Jacobson S., Grossman G., Repetition of the Remembered Past: Patterns of Separation-Individuation in two Generations of Mothers and Daughters, Psychoanalytic Pshychology, 2001, pp. 705-728.

Main M., Kaplan N., Cassidy J., La seguridad en la infancia, la niñez y la edad adulta: Un paso al nivel de la representación. Puntos de crecimiento de la teoría del apego: Monografías de la Sociedad para la Investigación del Desarrollo Infantil, 50, 1985, pp. 66-104.

Mamá es

El abandono del padre o de la madre provoca en algunos una verdadera herida emocional difícil de gestionar a lo largo de los años: mientras que otros consiguen florecer y desarrollarse como personas a pesar de esta ausencia, otros arrastran sus consecuencias.

En todos estos casos, el abandono se vive como un duelo, una pérdida que afecta al equilibrio psicofísico del niño y a su impulso de supervivencia física y psicológica al desencadenar la duda de no ser suficiente o no ser digno de amor.

El apego podría definirse como el vínculo que se establece entre dos individuos como resultado de comportamientos específicos entre padre e hijo que generan ese vínculo cuyos fundamentos se encuentran en las primeras relaciones que el bebé y el niño tienen con sus padres.

No confiar en nuestra pareja, sentirnos solos, creer que nuestra pareja está dispuesta en cualquier momento a dejarnos y, por tanto, creer que estaremos solos el resto de nuestra vida: la ansiedad de abandono se manifiesta deteriorando primero a nosotros mismos y después nuestras relaciones.

El don de ser madre

Si nos fijamos bien, no son más que esas habilidades blandas que hoy en día se buscan en las empresas y que se consideran la clave del éxito laboral en la mayoría de los puestos de la organización.

La transiliencia promueve un enfoque diferente en la potenciación de estas aptitudes, que no tienen que construirse desde cero, sino que deben buscarse dentro del individuo.

Una vez, cuando fui a recoger a Rebecca a la guardería, no quería en absoluto caminar ni estar en el cochecito. Quería que la llevara en brazos, pero el camino a casa era largo y no era posible.