¿Cómo desbloquear recuerdos de la mente?
Recordar un acontecimiento
Los acontecimientos pasados no siempre son procesados correctamente por nuestro sistema de procesamiento, en cuyo caso se convierten en intrusivos, persistentes y perturbadores para la salud mental de las personas. Estas personas se sienten como si no tuvieran salida, ciertas situaciones y personas provocan la reaparición de las reacciones emocionales y físicas que constituyen los síntomas del TEPT u otros trastornos mentales.
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Simona ChiariPsicóloga clínica y psicoterapeuta de orientación cognitiva constructivista, experta en psicología jurídica, CTU del Tribunal de Brescia, formadora. Se ocupa de los trastornos de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos del estado de ánimo y los trastornos del aprendizaje.
Cuando los recuerdos resurgen
Posteriormente, los investigadores consiguieron reactivarlo con un “truco”: la estimulación con resonancia magnética transcraneal, una técnica que permite que pulsos magnéticos cortos activen o desactiven determinadas zonas de la corteza cerebral o circuitos de neuronas.
Incluso cuando se encontraban en la zona oscura conectada a la descarga, los animales no mostraron ningún miedo o ansiedad particular: no recordaban la experiencia. En un entorno completamente diferente, entonces, recibieron otra pequeña descarga, y finalmente fueron colocados de nuevo en la caja habitual.
Miedo a la oscuridad. En ese momento, las ratas mostraron claros signos de ansiedad hacia la parte oscura, y comenzaron a evitarla. Los investigadores afirman que, de alguna manera, el recuerdo se ha recuperado, lo que demuestra que los recuerdos de la primera infancia no se borran, sino que sólo se recuperan en determinadas condiciones o debido a ciertas asociaciones.
Desbloquear una memoria
Sin duda, acabamos olvidando la mayoría de nuestros recuerdos. Sin embargo, las que se refieren a experiencias muy intensas nunca se olvidan, sólo permanecen sin procesar, como dormidas, anestesiadas. Al no haber sido contextualizados y aceptados, si salen a la superficie, pueden desencadenar consecuencias muy graves, haciéndonos sentir enfermos y terriblemente desorientados.
Por otro lado, podemos manifestar un determinado malestar sin saber a qué se debe. Podría ser un recuerdo que el cerebro ha mantenido oculto, pero que sigue influyendo en nuestro estado de ánimo.
Cómo recordar la infancia
Esta es una forma clásica, pero aún válida, de entrenar la mente. Se puede, por ejemplo, contar hacia atrás, para estimular el cerebro haciéndole hacer algo normal (contar), pero de una manera inusual.
O hacer multiplicaciones en la mente entre números de dos dígitos, de modo que al realizar la operación te veas obligado a crear “remanentes” que el cerebro tiene que recordar, para luego sumarlos al final.
Marcel Proust comenzó su obra maestra de 2.000 páginas “En busca del tiempo perdido” a partir de los recuerdos que afloraron de repente cuando probó una magdalena (una galleta francesa).
Acostúmbrate a cerrar los ojos y oler la naturaleza, las cosas y las personas (en este último caso, ¡cuidado con pasar por loco!), y conseguirás provocar verdaderas “explosiones sinápticas” de activación mental en tu cerebro.